Extra #1

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Me encontraba recostada en la cama, leyendo un libro mientras escuchaba música a través de mis auriculares.

Gabe había salido, y temía por que se perdiera. Y aunque yo tampoco conocía muy bien aquí, tal vez podía guiarme mejor por que yo sabía hablar el idioma y él ni pío en francés.

E ahí el problema.

Él había insistido en que no quería que lo acompañara. No tenía idea de a donde podría haber ido o que estaría haciendo. Mientras tanto, yo me había tomado la libertad de comprar varias cositas para hacer una pulsera de mano. La pulsera era muy especial. Más adelante les contaré todo.

Y por cierto, eran dos pulseras, y ya las había hecho.

Escuché la puerta abrirse. Y esa era señal de que Gabe había llegado. Ó qué tal vez algún ladrón le había robado la tarjeta y que sabía exactamente donde nos hospedábamos y en qué habitación estábamos ya que nos había estado observando desde días antes.

Ó tal vez estaba viendo muchas series sobre crímenes y asesinatos. Ya que de pronto vi a Gabe aparecer en mí campo de vista.

Largue un pequeño suspiro de alivio. Dejando de lado mis locos pensamientos, si temía de que le pasara algo allá afuera.

—¿Por qué esa cara? —cuestionó mirándome con una ceja enarcada. Como el volumen de mi música era bajo, lo logré escuchar. Me deshice de mis auriculares y dejé el libro de lado para así ponerme de pie y caminar hasta él.

—Solo estaba preocupada por ti —dije en modo de respuesta, mientras metía mis manos a los bolsillos de mi pantalón. Él sonrió con ternura antes de acercarse a besar mi frente— Y dime, ¿A donde fuiste? —le pregunté, bastante curiosa. Ya que él no me había querido contar a donde iba.

—Solo fui a comprar unas cosas —dijo, mientras con su dedo apuntaba a unas bolsas que no había visto en la mesa del comedor.

—Oh.. —dije con desconfianza. Ya que si hubiera ido a eso seguramente me lo hubiera dicho. No se por que me mentía. Ó no se por que estaba segura de que él lo hacía.

—Y dime, ¿quieres ir a dar un recorrido por la hermosa ciudad de París? —dijo con una sonrisa, mientras se acercaba a mí y rodeaba mi cintura con sus brazos, así acercándome a su cuerpo.

Sí, estábamos en Francia, París.

—Claro que sí —respondí, mirándolo a los ojos. Sonreí cuando note que se acercaba para tal vez besarme, pero yo corrí mi rostro y me separé de él— Me pondré mis zapatos —dije dándome la vuelta para ir por ellos. Escuche un quejido de su parte, mientras yo reía.

Cuando termine de ponerme los zapatos, tomé mi celular y miré que tenía mensajes de Tyler preguntando como me encontraba, se los respondí rápidamente.

—Estoy seguro de que es Tyler —escuché a Gabe— No me a dejado de mandar mensajes preguntando cómo estás —lo miré y él sonreía— Esta muy preocupado por ti.

—Es que a estado muy al pendiente de mí desde.. lo de Rendell —dije guardando mi celular en mi bolsillo. Me di la vuelta y disimuladamente del cajón saqué las dos pulseras y las metí en el bolsillo de mi pantalón opuesto en el que había metido mi celular. Para no levantar sospechas tomé un bálsamo que yo había puesto ahí, y me unté un poco en los labios mientras volvía a mirarlo.

—Y como no estarlo —respondió— Días después te la pasabas llorando apoyada en mi hombro —fruncí el ceño, mientras bajaba la mirada.

—Ya estoy bien, eso está en el pasado.

—¿Segura que lo estás? —preguntó, levante la mirada y le sonreí.

—Sí, ya pasó —dije acercándome a él y pasando mis manos por su pecho— Ya podemos irnos —sonreí alejándome un poco.

Locke & Key © | Gabe y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora