Donde después de la muerte de Rendell Locke; Madison Stone se muda junto a los Locke a
Matheson, en la casa llave, casa la cual es el legado de la familia Locke. Y en donde pronto los chicos descubrirán qué hay llaves mágicas por toda la casa.
Dond...
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Al siguiente día al despertar entre a la ducha para darme un buen y relajante baño. Al salir me encontraba poniéndome mis cremas, ropa interior, unos jeans negros y una blusa con el nombre de "Queens" esa famosa banda de rock que aún no había escuchado alguna canción, pero que Rendell me había regalado en un cumpleaños con la esperanza de que escuchara su banda favorita. La blusa es muy linda y algún día me pondré a escuchar la música de "Queens".
Me terminé de poner mis zapatos, me coloqué un poco de perfume y después agarre mi celular junto a mis cosas para la escuela y baje corriendo. Cuando entre a la cocina Tyler ya estaba su lugar; escuchando música. Nina estaba cocinando y Bode ya se encontraba desayunando.
—Buenos días —dije con una gran sonrisa. Nina sonrió grandemente al mirarme— Huele delicioso.
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—Buen día querida, y.. espero que les sepa tan rico como huele —dice Nina pasándome mi desayuno. Deje mis cosas en una mesa desocupada, y después me senté a un lado de Tyler poniendo mi plato en la mesa.
—Gracias —agradecí viendo mi desayuno, se veía rico.
—Buenos días —dijo Bode sonriente, le sonreí.
—Madison, ¿Estás resfriada? —dijo Nina mirándome con preocupación.
—No Nina, ¿Por qué? —pregunté confundida.
—Tienes la punta de la nariz.. roja.
—Oh.. se torna de ese color cuando hace mucho frío.
—No me parece tan frío el clima.
—Sabes lo friolenta que soy —reí.
—Está bien, si tomas un resfriado me avisas.
—Sip —sonreí.
Vi como Tyler se llevaba un bocado a la boca, pero segundos después hizo una mueca y saco algo de su boca con su dedo.
—¿Es una cáscara de huevo o es una uña? —dijo sosteniendo algo que no pude decifrar que era.
Mire mi desayuno y después lo que tenía Tyler en la mano, mire de nuevo mi desayuno y hice una mueca de asco, no sabía si tenía lo mismo pero de tan solo pensarlo se me quitó el hambre.
