Chapter 1

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—Hey Harrington ¿Te llevas todo? No quiero volver a ver tu asquerosa cara por aqui.

—Hazte a un lado. Estorbas, O'Kelly—hablo sorprendentemente calmado, impasible. Algo que, si ciertamente, no era el Aslan que entro en la correccional, definitivamente seguía sin ser el que estaba por salir. 

Aún parecía irreal el hecho de que saldría, que se iría y dejaría todo. Extrañaba Hawkins, en serio que lo hacía. Y mentiría si dijese que no sentía miedo de que Hawkins no lo había extrañado a él ¿Y si no lo necesitaban? Suspiro desde lo más fondo de su ser, y trato de seguir guardando sus pertenencias. 

Al último de aquel desgastado cajón, en un bollo apretado y mal cuidado, estaba el hoodie con que había llegado al lugar. Era de Steve, por ende, más grande y ahora quedaba bien en él.

—¿Y esos ánimos, idiota? Saldrás, yo si fuese tú ya estaría pintando las paredes de los guardias. Ya sabes, un recuerdo de mi parte.

—En algunos años saldrás de aquí. Hasta eso, disfrutaré por ti. O simplemente podría escabullirme por la noche y sacarte de aquí—habló jugando, o eso creyó su amigo

—Nos atraparían fácil—Evan, quien fue su compañero y hombro en esos años, miro su única pierna. Era increíble como a pesar de no tener aquel miembro podía encargarse de lo más pesado en su ciudad

—Pero podríamos intentarlo

—¿Y luego qué?

—Podríamos robar bancos y secuestrar personas. Ser los nuevos Bonnie y Clyde versión homo-sonrió de lado.

—Te echaré de menos, Strike.

—Y yo a ti, Media asta. 

El silencio le permitió saber que el guardia se acercaba. La tan característica caminata de los uniformados a su cuarto, ya no se sentía como antes.

—Harrington, te esperan. Deprisa—dijo el guardia con voz monótona. Usando la voz que solo usaba cuando más guardias se encontraban cerca. Es así que tiró las pertenencias que aún se encontraban en la mesita de noche a la maleta.

—Me olvidas y te golpearé hasta que me recuerdes, lo prometo—dijo Aslan

—Sí, sí, claro. Cuidate del tercer Strike.

 El resto del camino fue silencioso, aquel lugar en donde solo podías oír bullicio, hoy se encontraba diferente. Inevitablemente su mente empezó a repasar cada situación vivida allí. Cada duda, problema o situaciones no resuelta, invadían su ser. Desde el primer día que le recordaron de su salida no pudo evitar preguntarse si Evan estaría bien, si sería capaz de poder levantarse por si solo. Si el resto del grupo se metería en problemas. Suspiró, extrañaría a esos bastardos. 

Aslan miro al hombre frente a él, él quien los había cubierto en más de una ocasión, lo estaba acompañando a la puerta de salida.

—Es una pena—mencionó por primera vez el vigilante al notar que los demás guardias se iban hacia otra dirección—Evan te extrañará.

—Evan... Siempre puede. Yo no me preocuparía si fuese tú, aparte te tiene a ti y a los demás chicos.

Lo primero que sintió fue la brisa del verano chocar contra su cara, inhalo.

Observo un auto a lo lejos, y retuvo el aire.

—¡Ash!—Era Steve, Steve había ido.

Exhalo

—Es el jefe. Pero aun así, cuídalo—Esos dos sí que eran polos opuestos. Uno bajo el ala de la ley, el otro corrompido hasta los huesos—Porque soy capaz de buscarte por todo el condado

Shut Up| Will ByersWhere stories live. Discover now