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-¿No bajaras?
-Lo espero aquí, seguro solo serán unos minutos-hablo nervioso de encontrarse a Jonathan
El jefe lo observo mientras asentía despacio, analizándolo.
-Se lo que hace, no me analice. No me gusta.
-Volveré luego. En la guantera se encuentran las galletas y en el termo hay café, por si tienes hambre.
Pasó un poco mas de hora y media y el Jefe no volvía.
Se entretuvo con un cubo rubik que el adulto tenia por allí.
Froto sus manos en un intento de calentarlas, aun con los guantes rojos hacia frio. Los miro, estaban desgastados, claramente no calentarían
Tomó un poco de café.
-Hey por fin. Los adultos si que tienen resistencia eh-se burlo al ver a Hopper llegar.
Era divertido ver negar sus sentimientos por Joyce Byers.
-Necesito que me ayudes, se trata de Will
Oh no, no de nuevo.
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Se escuchó un ruido seco a lo lejos. Jim se detuvo, giro sobre sus pies listo para atacar a cualquier cosa que se le atravesara.
-Auch ¡Eso dolió, carajo!
-¿Qué se supone que haces aquí? ¿No entiende el ''quédate arriba''?-hablo irritado
-Ugh-el menor levanto la cabeza, que aun le daba vueltas
Suspiro-Límpiate, tienes mierda en el rostro. Se silencioso aquí abajo.
Caminaron algunos metros.
-Entonces, hay que encontrar a la cosa mala, si. Pero ¿Cómo luce?
Solo escuchó la tos del mayor y luego un golpe seco. Genial, lo que faltaba.
Fue testigo en ver como se cerraba el agujero que habían cavado.
Se acerco a Hopper y trato de despertarlo. No lo logro. Acomodo su cuerpo de modo que al despertar no doliera.
Con su bufanda tapo boca y nariz al notar que empezaba a sentirse raro. Y estuvo por horas tratando de buscar una salida y usar el walkie talkie de Jim, se dio por vencido luego de la sexta hora.
