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Cuando fue hora de volver a casa, So-hye caminó en dirección a la pensión, cruzó la calle y justo pasó a un lado del edificio donde estaba el consultorio dental, se quedó un momento admirando hacia la ventana enorme que daba a las escaleras, como ...

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Cuando fue hora de volver a casa, So-hye caminó en dirección a la pensión, cruzó la calle y justo pasó a un lado del edificio donde estaba el consultorio dental, se quedó un momento admirando hacia la ventana enorme que daba a las escaleras, como si esperara que el Doctor apareciera por coincidencia ahí solo para saludar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de un chico, era Jong-woo.

—¿Que haces por aquí? —preguntó este.

—Volvía a casa, la cafetería recién cerró y ahora voy en tu misma dirección —sonrió a este mientras, por inercia, ambos comenzaron a caminar juntos directo a Edén, por unos segundos, So-hye hubiera logrado su cometido de encontrar por casualidad a ese hombre bajando de las escaleras en dirección a su hogar.

El camino fue ameno mientras ambos charlaban sobre su día, realmente tranquilo y sin nada emocionante, así logrando llegar a la pensión mucho antes de lo que creían.

Aunque todo el camino fueron pequeñas risas, una vez llegaron a la puerta del edificio sus rostros expresaban lo mucho que se negaban a entrar ahí, como si algo en ese lugar les gritara desde el fondo que huyeran de una vez.

Al entrar la insistente señora Eom los detuvo, ofreciendo comida a lo que se negaron y solo unas palabras de buenas noches de ambos salieron de sus labios antes de que ellos entrarán a sus habitaciones.

Ninguno de los dos estaba feliz con permanecer en sus habitaciones, algo los tenía nerviosos, así que Jong-woo salió de inmediato a tomar un trago y So-hye minutos después salió a comprar unos cigarrillos, la mantendrían calmada un poco después de tantas cosas que han rondado por su cabeza estas noches.

Justo cuando volvieron, se toparon en la puerta con una sonrisa, pero antes de contarse el por qué habían salido, un hombre extraño bajaba las escaleras de la pensión con rapidez balbuceando algo que ninguno de los dos entendió hasta que se acercó a ellos con varias preguntas sobre el señor Ahn, al parecer había desaparecido sin rastro, lo único fue una llamada a ese hombre pidiendo ayuda aún siendo un criminal buscado pidió ayuda a la policía.

—Si saben algo por favor deben contactarme, búsquenme como el detective Cha —les entregó un tarjeta a ambos donde indicaba su número, pero So-hye estaba concentrada en algo dentro de la camioneta negra estacionada en aquel lugar cerca y frente al otro edificio, parecía que alguien se movía dentro, pero una vez que el detective se despidió, ella volvió en sí acompañando a Jong-woo al interior, la plática había parado y ella estaba algo distinta después de escuchar lo que el detective decía.

La casera le indicó a él que había llegado un paquete, al parecer era la laptop que había pedido arreglar por un accidente que tuvo bajando del autobús que lo llevó a la ciudad y por lo visto el sujeto del 313 había inspeccionado su contenido, él estaba molesto y So-hye fue detrás de él, tratando de calmarlo, no quería que pasara algo como el día anterior, temía eso. Jong-woo le hizo caso al dejar pasar lo sucedido.

—Iré a descansar, fue un día agotador Jong-woo, te veré mañana para el trabajo —sonrió a este mientras él se adentraba a su habitación, ella caminó un par de pasos hasta estar frente a la habitación 302, extendió su brazo dispuesta a llamar a la puerta pero se arrepintió antes.

—Espero todo esté bien, ojalá todo vaya de maravilla y estemos bien como me prometiste —se dijo por lo bajo volviendo camino a su habitación para encerrarse en ella sin más, buscando la paz de la dura cama, al menos para tener un descanso, pero una vez tocó la cama, no pudo conseguirlo así que salió de su habitación hacia las escaleras, sus pies eran pesados, sus pasos cansados llegaron hasta la azotea del lugar, acercándose a la orilla del edificio recargándose en la baranda de seguridad para encender uno de sus cigarros y aspirar el humo que la calmara.

Tiempo después, Jong-woo estaba ahí hablando por teléfono, que al parecer no se percató de su presencia y por el silencio ella supo que hablaba con una chica especial, seguramente su novia, así que decidió no escuchar la conversación y poner atención a las luces de la ciudad que lograban verse.

Momentos después de que su llamada terminara, pareció notarla.

—No creí que estuvieras aquí —dijo acercándose a ella.

—Solo que no podía dormir y decidí venir aquí un rato —sonrió sin prestar mucha importancia.

—Tampoco me es fácil dormir aquí, solo llevo un día pero algo no me deja tranquilo.

—Te entiendo por completo, es como si hubieras pasado años en este lugar, si fuera así no te culparía por odiar estar aquí y quizá el insomnio dominaría antes de poder descansar en este sitio —confesó, pero antes de una respuesta por parte de su compañero, una profunda voz se acercaba tras ellos.

—Deben ser los nuevos inquilinos, la señora Eom me mencionó que el cuarto 303 y 305 estaban ocupados por fin —esa voz era inigualable, su rostro y su porte tampoco, justamente era el doctor Seo. La mirada de So-hye y él se cruzaron, uniéndose tan fuerte que parecía que ignoraban al tercero en el lugar—. Señorita Yoo, es un placer saber que está aquí.

—Doctor Seo, al parecer el mundo es más pequeño de lo que creemos —sonrió nerviosa, se notaba y claramente Jong-woo se percató de ello, pero no entendía como era que ya se conocían.

—Los cuartos son sofocantes como un ataúd, aquí la vista es realmente preciosa, magnífica y encantadora —al mencionar esas últimas palabras, su mirada recorría el perfil de So-hye quien miraba por la baranda, cosa que Jong-woo notaba.

"¿Acaso son unos pervertidos todos aquí? ¿Por qué tanto interés en ella de esa forma? ¿Que quieren de So-hye?"

Sus pasos lo llevaron hasta colocarse entre ambos, como si quisiera alejar a Jong-woo de So-hye de una forma nada sutil, quería que el más joven notara que deseaba alejarlos.

—Es mejor cuando bebes una cerveza aquí —extendió una lata hacia él y otro hacia la chica, quién acepto sin decir algo. La mirada de ese doctor descansaba admirando el rostro de So-hye hasta que cambio hacia Jong-woo, incomodandolo y haciéndolo preguntarse la razón de su sonrisa.

—¿Por qué lo hace? Sonríe tanto.

—Me agradan, ambos. Al verlos aquí supuse que son de los míos, que habemos personas muy similares y diferentes a la vez.

¿Que intentó decir con aquello? 

a apareció Moon-jo e hizo de las suyas ajajhdhd 😏

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a apareció Moon-jo e hizo de las suyas ajajhdhd 😏

Esta hermoso, pero bien loco. Ay

I'll See You In The Hell | Strangers From HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora