-Te veré en el infierno.
-Y yo estaré esperando ahí por ti.
¿Qué pasaría si el verdadero infierno es la otra gente? ¿Que pasaría si todo lo que creías dentro de ese lugar de extraños no es cierto?
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤMoon jo and female reader
ㅤㅤㅤㅤ ㅤAdapt...
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Mientras bebían aquellas cervezas, Jong-woo analizaba a Moon-jo, trataba de descifrar las intenciones que tenía al acercarse de esa forma a la chica. Su incomodidad crecía, por lo que al notar como los ojos de ese hombre estaban centrados en grabar cada detalle de So-hye en su mente, él habló para sacar a ambos de sus pensamientos.
—Veo que se lastimó la mano —señaló el chico hacia una cicatriz del hombre.
—Me lastimé en el trabajo —respondió con una sonrisa sarcástica al notar la intención de aquella plática.
—Debe ser un trabajo duro si se lastimó así —respondió el menor de los dos de forma dudosa.
—Tu tienes manos delicadas, como las de un escritor—señaló ahora este las manos del joven quien sostenía la lata de bebida—. Y ella igual, pero con un par de quemaduras —las yemas de sus dedos recorrieron con cautela las cicatrices de las manos femeninas provocadas por quemaduras de la máquina del café entre otras razones.
—¿Cómo supo que soy escritor? —Jong-woo volvió a interrumpir aquel acercamiento tan extraño de su parte, además de que había adivinado de cierta forma la pasión de este.
—Quizá porque tu aura es la de uno. ¿Cuál es tu género favorito? —volvió la mirada hacia él, soltando las manos de la chica quien en ningún momento reaccionó por la invasión de su espacio.
—Novelas policíacas —confesó.
—¿Estás escribiendo alguna historia? —su cuestionamiento parecía que estaba interesado en lo que el más joven decía.
—Si, pero aun no la termino.
—Aun así, ¿podrías contarnos un poco sobre ella? —el alto hombre se recargó en la baranda de la azotea para poner atención de la misma manera a ambos junto a él.
—Un pianista, que a simple vista parece alguien común, pero en realidad a matado a muchas personas —comenzó a narrar un poco de aquella historia.
—Hay personas que parecen normales pero tienen la necesidad de matar, otras temen hacerlo pero en el fondo lo desean —las palabras del dentista salían como siseos de entre sus labios de una manera tan peculiar que envolvían a So-hye causándole escalofríos y deseando alejarse ya de ese lugar.
—Creo que debo irme, es noche y mañana debo trabajar —dio un último sorbo a su bebida intentando alejarse de ambos hombres, pero la mano del Doctor Seo la detuvo con suavidad por el brazo.
—Quédese un rato más, señorita Yoo —pidió con una dulce y encantadora sonrisa.
—So-hye, llámeme So-hye —dijo a este con una tenue sonrisa dibujada en sus labios mientras se detenía acercándose de nuevo a ellos pues el brazo del dentista la atraía hacia él.
—En ese caso, llámame Moon-jo —pidió este mientras la chica estaba más cerca de él a cada segundo hasta volverse a encontrar cerca del barandal—. ¿Cómo mata? —cambió la conversación ahora dirigida nuevamente a Jong-woo quien fue invadido por la emoción al contar sobre su historia de una manera tan fluida siendo acompañado por ideas provenientes de la mente de Moon-jo.
