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La ropa dentro de la lavadora giraba y giraba rápidamente.

Jiang Cheng se quedó mirándola un buen rato mientras rememoraba lo sucedido. En especial al recordar que cierto individuo se encontraba esperando sentando en el sofá, bebiendo un té caliente y usando ropas prestadas.

 En especial al recordar que cierto individuo se encontraba esperando sentando en el sofá, bebiendo un té caliente y usando ropas prestadas

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El joven Jiang había conseguido un empleo de medio tiempo en una cafetería que se encontraba a pocas calles de su departamento.

Era relativamente sencillo lo que tenía que hacer y la paga era bastante generosa, si pedían su opinión. Eso sí, había algunas situaciones que le daban cierto dolor de cabeza con uno que otro cliente o ya venía con esos ánimos al trabajo, aunque eso no evitaba su profesionalismo en este.

Claro, hasta ese día.

El trabajo que tenía consistía en ser mesero y ayudar con la limpieza del local.

En aquel momento estaba terminando de trapear el piso y solo le faltaba arrojar el agua sucia.

Suponía que fue su descuido.

Claro, él no esperaba resbalar con un balde entre sus manos y mojar completamente a un cliente. Aunque, en su defensa, el cartel de cerrado ya estaba colgado en la puerta.

¿Qué podía hacer para solucionar aquello?

Y, debido a ello, ahora estaba en esa situación

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Y, debido a ello, ahora estaba en esa situación.

El desconocido —que por alguna razón le parecía algo familiar—, estaba en su casa ya que él se ofreció a lavar su ropa y permitir que tome un baño en su hogar. En especial por qué supo que la casa de este estaba a mayor distancia que el departamento de Jiang Cheng.

Podemos sumar más a sus razones el hecho de que estaban en invierno.

Su conciencia no le permitiría no asumir la responsabilidad de su descuido.

Ahora solo tenía que esperar a que la ropa terminará de secarse, entregarla a su dueño, despedirlo fuera de su vida con otra disculpa y, ¡problema resuelto!

O al menos esperaba...

La verdad es que no sabía cómo tratar con la visita en su nuevo hogar. Ni siquiera se había presentado correctamente ni mucho menos le preguntó el nombre a aquella persona.

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