VI

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"Lan WangJi se encaminó hacia la dirección señalada en los informes. Últimamente había varios casos con fantasmas anormales, convirtiéndose en espíritus resentidos tan pronto dejaron su cuerpo mortal y sembrando terror en las personas.

Los casos llevaban un par de años en realidad. Antes era solo uno cada dos meses, luego crecieron exponencialmente.

Hasta el momento, ellos no habían hallado el origen de todo ello.

Los clanes principales y sectas habían tenido que cambiar sus métodos y técnicas para acoplarse a esta nueva amenaza. El entrenamiento era más riguroso e incluso se buscaban nuevas formas de contrarrestar esa amenaza con algún otro objeto o arma.

El clan Lan era un poco rígido con sus enseñanzas, pero aun así era algo necesario que consiguieran más avances en sus conjuros. Se aumentaron nuevas canciones en sus instrumentos espirituales y se esforzaron en mejorar a nivel de combate sin armas. Los talismanes que antes eran algo muy poco usado también ganaron cierta importancia al lograr que su efectividad aumentara.

Aunque esa no fue labor de los clanes y sectas principales. Fue el mérito de una sola persona. Al igual que muchos otros.

Lan WangJi lanzó un ataque con su espada hacia el espíritu resentido que parecía querer escabullirse de nuevo. Antes lo había inmovilizado con las notas que salieron de su guqin, pero parecía que el efecto no duró mucho.

El espíritu logró hacer que una de sus manos adquiriera forma física y golpeó la espada hacia una lejana dirección.

Lan WangJi quedó desconcertado.

¿Cómo logró golpear la espada sin herirse en el proceso? Al ser un arma diseñada para herir a los espíritus resentidos directamente, ya estén en su forma corpórea o no, el arma debería herirlos a penas la tocaran.

El fantasma resentido escapó. Lan WangJi sintió que sería una mala decisión si lo perdía de vista, pero ir a perseguirlo en ese momento sin su espada (la cual por alguna razón no respondía a su llamado) podría considerarse suicida. Ir sin su arma sería imprudente. Además de que ese fantasma tenía una capacidad algo aterradora al bloquear su ataque.

El Lan intentó sentir el lugar exacto donde aterrizó su espada, esperando no haber herido a nadie en el proceso. Una vez supo su ubicación fue en aquella dirección.

Las calles estaban escasas de gente. Era una buena señal, al menos para él, ya que era probable que su espada no hubiera herido a nadie.

Cuando llegó al lugar, su cuerpo se congeló.

Unos familiares ojos grises lo observaron con detenimiento, luego intercaló vistas entre la espada que estaba a centímetros de su cuello y Lan WangJi.

El Lan estaba estático mirándolo.

¿Dónde había estado todo ese tiempo? ¿Había estado bien? ¿Si había estado bien por qué no lo contactó?

Las preguntas se agolparon en su agobiada mente.

-Wei... Ying... —fue lo único que salió de sus labios en un tono muy bajo.

-¿Mn? ¿Dijiste algo? —Wei Wuxian ladeó la cabeza con confusión. No lo escuchó bien— ¿Esto es tuyo? —señaló la espada— ¿Sabes? Esa cosa casi me vuela la cabeza —dijo con gracia (la cual Lan Zhan no hallaba)— Y... ¿quién eres y qué haces por este lugar? —preguntó— ¿A menudo lanzas esa espada a zonas desconocidas? —rio— ¿La policía te deja portar esas armas? —Wuxian flotó e intentó acercarse.

ExorcistWhere stories live. Discover now