Exorcist

VIII

El resto del día pasó de manera fugaz. Sus recuerdos de ese tiempo casi parecían ser borrosos debido a las interrogantes que rondaban una y otra vez por su cabeza. Sin detenerse.

Despidió a los Lan con su cuerpo moviéndose casi de forma automática, guardó las tazas usadas y las lavó, luego solo se encerró en su habitación a pensar con lentitud. Ni siquiera notó el estado confuso en el que también se encontraba su compañero fantasma. Incluso si lo hubiera hecho, ¿ambos habrían podido hablar sobre todo lo que los atormentaba en esos momentos? Tenían que darse espacio para digerir la información a su ritmo.

Jiang Cheng terminó las tareas de la universidad, guardó sus libros en los estantes y luego solo se tumbó en su cama. Su celular estando en su poder para volver a abrir la carpeta de imágenes.

Empezó a generar el hábito de tomar fotos de las salidas en familia cuando cumplió los 15, así que no había muchas. Aunque seguro habría más en los álbumes que estaban en su antigua casa o en la casa de su hermana. Tal vez.... Tal vez sería una buena idea echarle un vistazo a aquella casa. Pero, ahora que lo pensaba... Él trajo algunos de esos álbumes consigo. ¿Dónde los había puesto? Decidió buscarlos primero en su habitación y, si no los encontraba, buscaría en el resto del departamento.

La verdad era que antes no había prestado atención a esos álbumes. Tampoco entendía del todo el sentimiento de capturar un momento importante para evitar olvidarlo. Solo descubrió después que, en realidad, le agradaba tener imágenes y vídeos que fueran algún tipo de evidencia o algún rastro que dejaron. Ahora, ese significado era más valioso.

Cuando encontró el primer álbum y vio las primeras fotos, se dio cuenta de que, fueron pocas las veces en las que les había echado un vistazo. Incluso puede que haya algunos álbumes que no viera. Había fotos de su hermana y él de bebés, un par de fotos de sus padres más jóvenes, otra de su boda, había una donde incluso aparecían su cuñado y la familia Jin.

El álbum tenía sus años, pero no era el más antiguo que tenían. ¿Tenía él ese álbum? Tal vez lo tenía su hermana, no estaba seguro. Tampoco era que estuviera muy ansioso por verlo. Solo fue, algo de curiosidad que nació de una simple acción. Ya lo buscaría más tarde.

Ahora... Dormir no era una mala opción. Incluso si presentía ciertos conflictos que vendrían. Siendo algunos, trágicamente, generados por la visita de su hermana y su cuñado.

Jiang Yanli y Jin Zixuan no se habían propuesto un horario exacto en el cual llegar al departamento de Jiang Cheng. En un día normal, ella habría elegido ir en la mañana y desayunar con su querido hermano. Hablarían de algunos asuntos triviales y preguntaría por la vida en la universidad de Jiang Cheng. Luego de tanta plática llegaría el almuerzo. La temperatura bajaba bastante luego de las 2, entonces ella prepararía la sopa preferida de su hermano y esposo. Era probable que incluso se quedaran hasta el día siguiente.

Pero no era un día normal.

Ella ya había retrasado mucho la conversación que iba a tener con Jiang Cheng. Dos años. La había retrasado dos años. Era seguro que, si el collar de Jiang Cheng, que impedía que pudiera ver a los fantasmas, aún funcionara, todavía seguiría retrasando eso. Incluso podría ya no considerar decirle algo. Las mentiras casi nunca son el mejor camino. En algún momento, la verdad irá acercándose hasta alcanzarte. Ya sea de una manera algo suave o estallando en tu cara.