03

1K 126 15
                                    

Reparaba el dial de su poderosa Kabuto cuando levantó la nariz por sobre su arma y observó atento al silencioso dúo con una agobiante intriga por décima vez.

Meditó unos segundos.

Había algo raro en como actuaban. Tan despreocupados, tan indiferentes, tan relajados, tan... oh, no estaba citando nada insólito.

Regresó su atención a su trabajo sin mucho éxito, volviendo a distraerse cada vez que se movían. Rozándose de manera... ¿Delicada? ¿Íntima? Volteó los ojos. Esas palabras no existen en el diccionario de esos dos tarados. Pensó desganado y continúo su labor, analizándolos de soslayo.

Se preguntó por qué Luffy aún no se entrometía en su ocupación a interrogarle sobre cada cosa genial que veía, o corría por todo el barco divirtiéndose o invadiendo y siendo echado a patadas por Sanji de la cocina. Y el por qué Zoro no estaba cumpliendo con su siesta. O ejercitándose, que es lo que solía hacer a esta hora.

Inaudito. Se desesperó. La tripulación de los sombrero de paja acostumbraba a seguir ciertas rutinas y labores. Situaciones que día tras día -si no anclaban en alguna isla- se repetían constantemente sin falta. Y esto sin dudas, era algo que conmemorar.

O bien, simplemente no pasar por alto.

Luego de unos minutos sin ninguna acción llamativo, se prometió no volver a distraerse. Con su pecho hinchándose de orgullo, dio por terminado el arreglo del dial y se dedicó a darle unos pequeños retoques al ajustarlo a Kabuto.

Inspeccionándolo, noto que una de las ligas de goma estaba un poco desgastada, así que se aseguró de cortarla y reemplazarla antes de que afectara sus magnificas técnicas en combate. 

Goma. Cortar.

Su vista volvió al capitán y al segundo al mando. ¿Zoro seria capaz de cortar a Luffy? Se preguntó, rebobinando todas las veces en que el vice capitán amenazo con cortar a Luffy. No, Zoro no seria capaz de ir tras su propio líder más que de broma... ¿O si?

Tembló. Tronándose los dedos desconcertado, juntó sus herramientas y salió en busca de Chopper para probar los nuevos ajustes de su artilugio y presumir su barbarosidad. Prometiéndose destruir uno o dos barcos de la marina con tan solo un ataque. Pasó cerca de Luffy y Zoro y mirándolos de reojo creyó que, de alguna inusual forma, se veían lindos así.

Aunque seguía intrigado por la atmosfera tan pasiva.

También apunto mentalmente el hablar con Nami sobre ellos. Hablarle de como su torpe capitán enredaba los dedos entre la haramaki verde del serio espadachín para ser seguidamente aplastado contra la barandilla sin mostrar el mínimo rastro de molestia en el rostro.

¿Ok? Eso si es muy raro. Pensó confuso, quizás los golpes recibidos en dressrosa habían afectado su percepción  y sentidos, pues definitivamente uno le estaba fallando.  

Pero era imposible.

Era el único habitante existente con la mirada mas desarrollada del mundo. Temido por los marines y adorado por paises enteros como un Dios. Él, el grandioso Usopp. Quien podía ver incluso a una distancia de 400 millas. Conquistador de tierras. Un emperador supremo del mar que miraba a distancia como las manos callosas de Zoro agarraban el rostro de Luffy mientras que las de este subían por su espalda y posteriormente...

¡OH, SANTA KAYA!

Con las mejillas calientes y su pulso disparándose, se apresuró a escapar de la escena.

Estúpidos imprudentes desquiciados y pervertidos exhibicionistas.

Retiraba lo pensado, solo eran un par de idiotas sin vergüenza.

¡Y por supuesto que hará que Nami se entere!

"Infinitesimal" ZoLu-LuZo.Where stories live. Discover now