02. Caliente y Descarado [KaiSoo]

CAPÍTULO UNO

FAMILIA, MANADA Y LA ANTE SALA DEL INFIERNO

JongIn hizo un puchero de disgusto ante la negativa que estaba recibiendo de su hermano menor.

SeHun era el ser vivo más amargado que había conocido en su muy larga vida.

— ¡Vamos, SeHun! Solo será un rato. A lo mejor es lo que necesitas para que se te quite ese mal genio que te cargas. — volvió a intentar.

 — Ya te dije que no.  Ve tu solo. — y decretado eso, el más joven de los Alfa en la manada Park se dio la vuelta en la cama para darle la espalda.

— ¡Pero SeHun! — chilló con indignación

— ¡JongIn! Ya te dije que yo no quiero ir a un prostíbulo de mala muerte a joder a un completo desconocido. Estoy bien así. Gracias. —

— ¡No es un prostíbulo! — exclamó rojo hasta la punta de las orejas.  — Es un bar. Yo solo quiero salir a bailar. —  explicó. SeHun continúo sin prestarle una mínima de atención.

— ¿Por qué no le dices a Irene? Últimamente se la pasa fuera de casa. — le dijo molesto.

— ¡A Irene nunca le ha gustado salir a divertirse y lo sabes! — 

— A ella nunca le ha gustado salir con nosotros, que es algo completamente diferente. —

— Santa luna, tu estas molesto por otra cosa. Te hará bien distraerte.  — le dijo como su ultimo recurso. 

SeHun no le respondió.

Harto de ser totalmente ignorado, soltó un gruñido y salió azotando la puerta tras de sí.

Él definitivamente no necesitaba de nadie para salir a divertirse un rato. Y la realidad era, que quería distraerse jodidamente tanto. No le importaba donde, ni con quien.

En sus años de juventud, donde los tiempos era totalmente distintos, solía escabullirse de sus padres a altas horas de la noche hasta la cuidad más cercana y entrar al primer bar o taberna que se cruzara por enfrente.

Claro que en aquel momento el estadio Olímpico de Roma era cede de la Copa Mundial y MijaílGorbachov seguía siendo presidente de URSS.

Podría estar algo oxidado, pero nada que no se pudiera arreglar con unas cuantas canciones en medio de la pista. 

A JongIn le encantaba bailar. 

  — ¿A dónde tan guapo, hermanito?  — JongIn paro su furiosa salida de la casa ante el cuestionamiento de SooYoung. 

Ay no, santa luna sagrada. Ayúdame a salir de aquí con vida, pidió con los ojos apretados y una mueca de fastidio. 

— Voy al nuevo bar que abrieron en el pueblo. — se limitó a responder.

  — ¡Yo también quiero ir!  —

— ¡Claro que no!  — Joy hizo un puchero. —  Eres muy joven para ir a esos lugares.  —

— ¡Tengo más de 100 años JongIn!   —

  — 21 para mí.  —  respondió inflexible.

— ¡Eres un horror! — le gritó. — ¡BaekHyunnie, dile a JongIn que me deje ir con él!  — exigió la chica al muy embarazado Omega de su hermano mayor. 

Si no le fallaban las cuentas, estarían recibiendo al nuevo cachorro en dos meses.

— ¡La fresita embarazada no tiene nada que ver en esto! ¡Yo soy tu hermano mayor!  —