MATRIMONIO POR CONTRATO 2: Caminos entrelazados.

CAPÍTULO 10: El espectador en su vida.

Estamos sentados en la sala de espera del hospital donde se encuentra Rachel. Dave está sentado con la mirada perdida en algún punto del suelo y Harry camina de un lado a otro con desespero.

Ambos están preocupados por Rachel y yo también lo estoy. Honestamente no le deseo la muerte, ni si quiera se la deseo a Camila o a Amanda. De hecho le estoy rogando al cielo para que Rachel se esté bien y no pase a más que un gran susto.

Aunque perdió demasiada sangre, tanta que pidieron dos unidades de sangre, lo que significa dos donadores. Harry y Dave no demoraron en ofrecerse, sin embargo, Harry no es del tipo de sangre de Rachel y no pudo donarle.

Yo también me ofrecí pero al pesarme se dieron cuenta que estoy un poco baja de peso y que quizá podría tener anemia por lo pálida que me veo.

Así que llamé a Monsse y Mike. Monsse no pudo donar porque tiene su periodo pero gracias al cielo Mike si es el tipo de sangre de Rachel y sí le pudo donar al igual que Dave.

Ambos ya se fueron desde hace unos minutos ya que son las ocho de la mañana y nosotros seguimos aquí.

- Deberían irse, yo me quedaré aquí. - dice Dave mirándonos.

Harry se sienta a mi lado y mira a Dave quien está frente a nosotros.

- Me quedaré aquí. - responde Harry y después me mira. - Ali, ve a casa a descansar.

- Quiero quedarme. - respondo y él frunce el ceño.

- Ali...

- ¿Familiares de Rachel Mitz? - llama una enfermera y los tres corremos hacia donde está.

- Nosotros. - dice Dave.

- Ya sele está haciendo la transfusióna la pasiente, hasta ahora está estable, inconsciente por el medicamento que se le administró pero va a estar bien.. - indica y los tres asentimos.

- ¿Podría su cuerpo rechazar la sangre? - cuestiona Dave preocupado y ambos lo miramos.

- Sí, ese podría ser el caso pero ella es joven y fuerte, hay un ponostico del noventa por ciento de éxito en la transfusión. - responde la enfermera y todos suspiramos.

-       ¿Podemos pasar a verla? – vuelve a preguntar Dave.

-       Por el momento no es conveniente, pero en cuanto despierte les avisaremos para que puedan pasar. – responde la enfermera y nos regala una sonrisa. – Ahora voy a retirarme, con permiso. – dice y se da la vuelta para irse por donde vino.

Miro la cara de Dave y se ve devastado al igual que Harry. Quisiera poder hacer algo por ello o decir algo que hiciese que sus corazones dolieran menos pero no puedo. Las palabras parecen haber desaparecido de mi boca y los recuerdos de Camila llegan a mi cabeza de forma continua y aterrorizante.

-       Deberías ir a dormir, creo haber escuchado al doctor decir que quizá tienes anemia. – expone Dave mirándome.

-       ¿Eso es cierto? – me pregunta Harry con el ceño fruncido. - ¿Por qué no me dijiste nada? – reclama ya que realmente le mentí diciendo que simplemente no era el tipo de sangre de Rachel y le oculté lo dicho por el médico.

-       Te mentí porque no quería preocuparte más. – confieso mirando al suelo.

-       Creo que yo no debí decir nada, lo siento Ali. – Dave se disculpa y yo levanto la cabeza para verlo.

-       No es tu culpa, yo fui quien mintió y tú solo te preocupaste. – manifiesto.

-       Sí él no lo dice no me lo habrías dicho, ¿verdad? – reclama Harry.