MATRIMONIO POR CONTRATO 2: Caminos entrelazados.

CAPÍTULO 33: La criatura más hermosa.

Me gustan las nuevas sensaciones de estar embarazada y aunque no todas son agradables, creo que me gusta este proceso.

Harry es de esos hombres que quieren poner a su esposa en una nube o en una burbuja para que nada les pase.

Ya han pasado tres días desde que me rescataron. Aún no he ido a la comisaría pero en el hospital me tomaron una declaración rápida. Al fin estoy en casa y aunque Harry quería que nos fuéramos al departamento yo preferí quedarme en casa de mis padres.

Desde que mi papá despertó, lo único que quiero es estar con él. Y por supuesto Harry aceptó y ahora vivimos aquí, junto a mis padres, mi hermana y su familia, Monsse y Mike.

Mike... aún no he querido decirle que estoy embarazada y le he prohibido a los demás que le digan. No sé cómo vaya a reaccionar y me preocupa lastimarlo más de lo que ya lo he hecho.

- ¡Yo voy a ser la madrina!

- ¿Cómo por qué serías tú? Yo soy su mejor amiga desde la infancia.

- ¿Eso que tiene que ver? El tiempo no define la fuerza de la amistad.

- ¡Ya basta! - pido mirando al par de locas frente a mí. - Las dos van a ser madrinas.

- Ali, debes pensarlo mejor, no puede tener dos.

- ¿Por qué no, Monsse?

- Pues porque así no es la costumbre.

- Eso es en México, rubia y aquí no estamos en México. - suelta Ana.

- ¡Ay, por Dios santo! A ver, las dos van a ser madrinas y punto, se acabó, finito.

Hago un ademán con las manos, mi tono es molesto y ellas solo me miran y asienten.

- Está bien Ali, pero...

- Ya Monsse, por favor. - suspiro y vuelvo a mirarlas. - ¿Podrían dejarme sola?

El embarazo me ha estado haciendo menos paciente de lo que antes era y éstas dos saben como sacarme de quicio.

Ambas salen de la habitación y yo me recuesto para hacer unas respiraciones y relajarme un poco.

Mi tiempo de calma se ve interrumpido por el golpeteo en la puerta de la habitación.

- ¡Adelante!

De inmediato la figura de Mike se deja ver después de que la puerta se abre.

- ¿Quieres salir al patio a caminar un rato?

Tiene una gran sonrisa en su rostro pero no llega a sus ojos. Trae puesta ropa holgada y su cabello está despeinado.

- Claro, solo espérame un momento fuera.

- Está bien.

Mike sale de la habitación y yo me levanto para ponerme algo menos fodongo y ocultar un poco las ojeras debajo de mis ojos. Aún no quiero que sospeche que estoy embarazada.

- Estoy lista. - digo saliendo de mi habitación y él sonríe.

- Vamos.

Salimos de la casa en dirección al enorme jardín lleno de árboles, flores, unos pequeños criaderos de tortugas, bancas, una piscina y varias cosas más.

- ¿Por qué nunca me dijiste que eres millonaria?

- Nunca me ha gustado serlo, así que intentaba que me vieran como alguien más normal y no como "la millonaria".

- Jamás te habría visto así. - responde mientras me mira.

- Lo sé, pero me enteré después. - suelto una risilla y él también ríe.