Fruto Maduro. [Hisoka Morow]

XI.

Hipocresía  ×  Y  ×  Amor.

Kazumi y Kaede no lo sabían, pero acababan de derrotar a un animal perteneciente a una nueva especie poderosa, llamada "Hormigas Quimera". Animales mitad bestias, mitad insectos, especies mutantes formados a partir de la Phgogénesis «reproducción a través de la comida». Su etiología era hasta ahora desconocida.

A varios kilómetros de distancia, dos pequeños niños, amigos de Kaede y Leorio, lidiaban con la misma especie a una gran dimensión, el problema se había vuelto internacional e importante para los países, ya que se le encargó al presidente de la Asociación de Cazadores, Netero, hacerse cargo del asunto. Su equipo conformado por Gon, Killua y otras personalidades, estaban arriesgando sus vidas para salvar a la humanidad.

Y ellos sin saberlo, habían hecho una contribución a la causa.

—Puaj, qué asco —se sacudió la mano pronunciando el desagrado en su rostro—. Después de todo sí era una especie de cucaracha, a esas porquerías les puedes arrancar la cabeza y aún seguirán vivas —sacó un pañuelo de su bolsillo trasero y se empezó a limpiar la mano—. No entiendo cómo es que no has aprendido a no darle la espalda a un enemigo no abatido.

—En una situación más realista, no esperaría que la cabeza de una persona saltara hacia a mí para atacarme luego de ser decapitada.

—Existen cosas muy raras en este mundo que aún no terminamos de comprender, deberías empezar a acostumbrarte —le tocó el hombro suavemente.

—Kazumi, eso fue increíble. No sabía que tenía tanta fuerza —Leorio llevaba a la niña de la mano y a Hanare en su espalda. Se acercaba sintiendo que ya era seguro hacerlo.

—Gracias cariño —le sonrió—, pero no deberías acercarte tanto, aún queda uno más.

—Esperen, es cierto... ¿Dónde está Hisoka?

En ese momento escucharon algo que se arrastraba por el piso, no sonaba humano, era más bien como un animal rastrero de gran tamaño que se deslizaba con tranquilidad por la superficie a sus pies y se acercaba más y más a la luz para revelar su identidad.

Antes que empezaran a preocuparse por Hisoka, este salió de la tiniebla revelando lo que provocaba ese sonido rastrero que llamó la atención del resto, era un gran costal hecho de lo que parecía ser una telaraña resistente.

—Conseguí una bolsa para sacar a todos los que queremos enterrar fuera de aquí —levantó el costal de telaraña que parecía ser pesado y al hacerlo, mostró las diversas marcas de colmillos en su brazo.

—Hisoka, ¿estás bien? —Kaede se acercó para revisarlo inmediatamente.

—Claro —respondió al descuido.

—¿Y estas marcas?

—Nuestra arácnida enemiga pretendía paralizar mi cuerpo con su veneno y meterme dentro de esta cosa para convertirme en uno de ellos.

—¡¿Para qué?! —se preguntaron todos al unísono.

—Lo que oyeron, dijo que era un humano muy lindo como para ser desperdiciado en comida y que necesitaba a alguien con quien copular para fortalecer y engrandecer el ejército de su "rey".

—Qué asquerosa araña —rechistó Kaede poniendo los ojos en blanco y cruzándose de brazos.

—Tranquila cariño, yo soy solo tuyo —le guiñó. Ahora Kazumi era la que rodaba los ojos—, me deshice de ella sin problemas, pero antes conseguí un poco de información.

Hisoka entonces contó la poca información que logró obtener de parte del bicho hembra al resto. No supo descifrar qué tipo de especies son exactamente, ni de dónde vienen, pero sí lo que quieren. Según lo que obtuvo, estos animales mutantes buscan expandirse y posicionarse como una especie dominante en la tierra. Su principal y única fuente de alimentos son los humanos, no obstante, aquellos con habilidades especiales (Nen), serían reclutados para ser nuevos soldados a servicio de su supuesto líder.