Negras: alfil g6

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En el despacho del doctor Wang había únicamente dos sillas, así que mientras esperaban, el médico entró en un pequeño cuarto de baño y regresó con un banco que colocó en medio de ellos. Taehyung y Hoseok ocuparon las sillas. Jungkook, el banco. El médico rodeó de nuevo su escritorio para ocupar su asiento. Desde él los observó.

Taehyung era de estatura media, tirando a alta, adolescentemente atractivo con la ropa que llevaba, pero también juvenilmente sexy: cabello castaño, ojos marrones, labios pequeños, cuerpo en plena explosión. Hoseok y Jungkook, en cambio, eran el día y la noche. El primero llevaba el cabello corto y tenía una piel perfecta. El segundo mostraba una densa cabellera negra que le caía en desorden por el rostro, tenía uno de sus brazos lleno de tatuajes y algunas perforaciones en las orejas.

Unió sus manos, entrelazando los dedos, y se apoyó sobre sus codos en la mesa. Luego empezó a hablar, despacio, sin que en su voz se notaran reproches o dureza. Era médico. Sólo médico.

Y había una vida en juego.

-Ahora que su amigo está al menos estabilizado, es hora de que retomemos la conversación que antes iniciamos.

-Ya le dijimos todo...

-Oigan, ¿quieren ayudarlo o no?

-Sí- contestó Taehyung rápidamente.

Los otros dos asintieron con la cabeza.

-¿Quién más tomó pastillas?

-Yo- volvió a hablar Taehyung.

Miró a Hoseok y a Jungkook.

-Todos tomaron, ¿no?

-Sí.

-¿Éxtasis?

-Sí.

-¿Cómo saben que era éxtasis?

-Bueno...- balbuceó Jungkook. -Se supone que...

-¿Suelen tomarlo a menudo?

-No- dijeron al unísono los tres chicos.

Probablemente demasiado rápido, aunque...

-¿Qué efecto les causó?- continuó el interrogatorio.

-Era como si tuviera un millón de hormigas dentro- dijo Taehyung de nuevo, dispuesto a hablar. -Mi cuerpo era una máquina, capaz de todo. Un estado de exaltación total.

-Yo quería a todo el mundo- reconoció Jungkook. -Una energía estupenda. Me reía mucho.

-¿Y ahora?

No hizo falta que respondieran. El bajón ya era evidente. Fueron o no habituales, podían tener náuseas, cefaleas, dolor en las articulaciones...

- ¿Qué le pasó exactamente a Jimin?

-Empezó a subirle la temperatura del cuerpo.

-No- Hoseok detuvo a Taehyung. -Primero se mareó, y luego vino lo de los calambres musculares.

-Fue todo junto- señaló Jungkook. -Yo me asusté cuando vi que dejaba de sudar. Entonces comprendí que le venía un golpe de calor.

-¿Así que sabes lo que es eso?

-Sí.

-¿Y aún así, se arriesgan?

Era una pregunta estúpida, improcedente. La comprendió al instante. Miles de chicos y chicas lo sabían y, sin embargo, todas las semanas se jugaban la vida tomando drogas de diseño. Después de todo, sólo alguien moría de vez en cuando.

Sólo.

-¿Qué pasó después?

-Lo que hemos contado- dijo Taehyung. -Empezó con las convulsiones, el corazón se le disparó y...

-¿Tienen una de esas pastillas?

-No.

Suspiró con fuerza. Hubiera sido demasiado suerte. Con una pastilla, al menos sabría que llevaba Jimin en el cuerpo. Un análisis de sangre no bastaba. Había que analizar el producto.

Ni siquiera sabían contra lo que luchaban.

-A nosotros no nos hizo nada- manifestó Hoseok. -¿Por qué a él si?

-Eso no se sabe, por esta razón es tan peligroso. Les venden química pura adulterada con yeso, ralladura de ladrillos y otras sustancias empleadas en la construcción como el aquaplast, e incluso venenos como la estricnina. A veces son más benévolos y simplemente se trata de un comprimido de paracetamol, que no es más que un analgésico. Pero de lo que se trata es de que, luego, cada cuerpo reacciona de una forma distinta. De hecho, no hay nada, ninguna sustancia, capaz de provocar una reacción como lo que le ha sucedido a Jimin, un coma en menos de cuatro horas; pero si alguien sufre del corazón, tiene asma, diabetes, tensión arterial alta, epilepsia o alguna enfermedad mental o cardíaca, que a veces incluso ignora, al ser jóvenes y no estar detectada, la reacción es imprevisible. Incluso beber agua en exceso, pese a que les recomiendan beber un poco cada hora, puede llevar esa reacción. En pocas palabras: el detonante lo pone la persona.

Dejó de hablar. Los tres le habían escuchado con atención. Pero el resultado era el mismo. Cerca de allí, un chico de dieciocho años se debatía entre la vida y la muerte, al filo de ambos mundos, perdido, tal vez eternamente, en una dimensión desconocida. Quizá por ello esperaba la última pregunta.

La formuló Taehyung.

-Se pondrá bien, ¿verdad, doctor?

Y no tenía ninguna respuesta para ella. Ni siquiera un mínimo de optimismo en que basarse.

Campos de fresas [Yoonmin]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon