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—Bueno, ha pasado poco más de un año desde que mi esposa falleció —comenzó Rachel, hablando con el grupo—. El aniversario fue difícil. Pasé el día reviviendo el accidente y los viejos recuerdos —miró al suelo, permitiéndose sentir un momento de ese dolor antes de enderezar su postura y sonreír—: Pero también pensé mucho en lo bueno que ha venido desde entonces...
Desde hace un tiempo, se había sentido cada vez más cerca de ella, protegiéndola. Al principio pensó que era reverencia. Por su ángel, por un amigo. Pero un calor creció en su corazón y se extendió a través de su ser que se multiplicó con cada día que pasaba. No podía pasar un día sin verla o hablar con ella. Y su presencia en su vida le dio una fuerza para seguir adelante.
—Estamos muy contentos de ver que te estás curando, Rachel. Gracias por compartir con nosotros —la doctora ofreció, guiando al grupo.
Rachel entonces recordó cuando comenzó el grupo, lo irritado que se había vuelto con ella. Su voz amable y suave parecía condescendiente en ese momento. Pero se agradeció de tener un individuo tan hábil y comprensivo guiando al grupo.
La especialista había visto al hombre y a Elizabeth vincularse desde el principio y había seguido observando sus interacciones a lo largo de sus reuniones. Aunque disfrutaba viéndolos construir una amistad, estaba preocupada por que construyeran una relación basada en su trauma compartido. Sin embargo, después de hablar con ellos por separado y en privado, se dio cuenta de que el suyo era más una compañía, no romántico en su naturaleza. De hecho, ninguno de ellos había tenido ningún tipo de relación romántica con nadie desde que murieron sus cónyuges. Como rara vez veía a los asistentes a reunirse entre sí, tenía un interés especial en ellos y sus interacciones.
—Hoy, me gustaría discutir algo que puede parecer un poco tabú o difícil. Algunas de las preguntas más comunes que recibo de la gente son "¿Cuánto tiempo se tarda en llorar?" y "¿Cuándo está bien que salga de nuevo?". Y la respuesta es que no hay una respuesta correcta —se detuvo para medir las reacciones de los asistentes. Variaban, desde incomodidad hasta interés—. El proceso de duelo no tiene una línea de tiempo. Nadie "debería" estar en una etapa determinada para cierto tiempo. Curas a tu propio ritmo. Algunas personas son unos pocos meses, otras pueden tomar años.
La doctora monitoreó las reacciones del grupo, la mayoría de asombro ante la idea de lo que están pasando posiblemente a lo largo de años.
—En cuanto a las citas, de nuevo, no hay una respuesta correcta. Todas las culturas y religiones ofrecen sus propias directrices para el duelo. La mayoría de los cuales indican que el duelo de un cónyuge puede "terminar" después de un año. Y esas prácticas de duelo, como vestirse de negro, ya no eran necesarias. Mi consejo para ti es que si estás considerando salir de nuevo, asegúrate de estar realmente listo. Puedes empezar hablando con la gente, teniendo encuentros casuales que no están etiquetados como citas, ver cómo te va. Si encuentra que pasa la mayor parte de su tiempo hablando de duelo o de su cónyuge, no está listo. Y eso está bien. Tómate un tiempo para ti mismo, aprende quién eres de nuevo. Entonces, puedes trabajar en ser tú, sólo con alguien más —se rió y varios miembros del grupo se unieron, la tensión del tema parece disiparse. Realmente disfrutó pasar su tiempo haciendo que la gente se sintiera completa de nuevo.
