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Rachel estaba contento de estar haciendo una entrevista junto a la banda una vez más. Echaba de menos a sus amigos, la energía, los admiradores. Le había llevado bastante tiempo poder llegar a este punto. Sabía que habría preguntas, así que necesitaba asegurarse de que podía manejarlo.
Al subir al escenario, los fans estallaron en vítores, felices de ver al pelinegro una vez más. Sonrió brillantemente, saludándoles y disfrutando de su energía.
Snake estaba justo a un lado, con los brazos en pose como si presentara a Rachel a la multitud. Luego aplaudió junto con los fanáticos, dándole la bienvenida de vuelta. Se instalaron en sus asientos y comenzaron a hablar con la entrevistadora. No pasó mucho tiempo antes de que le preguntara cómo le iba después de todo.
—Bueno, ha sido difícil, eso es seguro —se rió ligeramente—. Pero tenía a mis amigos y a todos mis fans —se detuvo para sonreír mientras lo aplaudían y aplaudían.
—Elizabeth Van Der Walt también ha sido una gran parte de eso —intervino Scotti con un asentimiento—. El propio ángel de la guarda de nuestra pequeña familia.
—Ella es una gran parte de ello —estuvo de acuerdo el pelinegro—. Nos sacó a mí y a mi hijo de los escombros. Todos seguimos vivos gracias a ella —enjugó una lágrima perdida mientras sus amigos le daba palmaditas en la espalda—. Y ella ha sido mi mejor amiga en cada paso a través de esto.
—Estaba en el otro coche —explicó el guitarrista sorprendiendo a la multitud—. Ella también perdió a su marido. Sin embargo, se las arregló para mantenernos a todos fuertes y en marcha.
—De hecho, me alentó volver al trabajo y a las entrevistas —todos aplaudieron y Rachel estaba agradecido por el apoyo. Los fans lo respaldaron completamente y solo lo hizo sentir más bendecido.
Continuaron con la entrevista y en poco tiempo, estaban entre bastidores, listos para terminar el evento.
—Pareces listo para llegar a casa —Rob se burló con una risa.
—Echo de menos a los niños —admitió el bajista con un suspiro. Aunque se enfrentaba a ellos regularmente, simplemente no era lo mismo.
—Ajá... —sonrió Snake—, ¿Y no tiene nada que ver con la nueva novia esperando en casa?
—Sí, también la extraño.
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