Tres.

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Apenas dieron las siete de la noche, Baekhyun dejó caer su bata a algún rincón detrás del mostrador. Fue corriendo a voltear el letrero de abierto para anunciar que la veterinaria ya estaba cerrada, echó un vistazo a la calle para ver si ya estaba Chanyeol ahí antes de terminar de guardar sus cosas, en ese momento el castaño estaba a un par de cuadras de distancia.

—Pepper, ¿Qué hago contigo? ¿dónde te dejo? —hasta que vio al perrito recordó que debía llevárselo.

Lo metió en su caja como siempre, pensaba en una posible solución hasta que vio una camioneta detenerse en frente. Salió rápidamente para no hacerlo esperar, se encontró con Chanyeol esperándolo afuera de la camioneta recargado en la puerta del acompañante. Su corbata había desaparecido al igual que su saco, las mangas de su camisa estaban dobladas para mostrar sus antebrazos, no pasó desapercibido para el pelinegro el tatuaje. Una imagen que merecía ser guardada en la memoria.

—Hola de nuevo —saludó Chanyeol, Baekhyun le respondió con una pequeña sonrisa.

El más bajo estaba comenzando a considerar la idea de posponer la cita para otro día, cuando Kyungsoo ya estuviera y no tuviera que dejar a Pepper solo. Antes de subir a la camioneta le dijo a Chanyeol que no podía dejar al perrito, estaba tratando de insinuar que no podría ir con él ese día, entonces el castaño le dijo que no se preocupara, él también llevaba a Toben, quien estaba dormido en el asiento de atrás.

—Una vez fui con mi hermana a un restaurante donde permitían la entrada a los perros —añadió—. Recuerdo que había un espacio especial para ellos, así como las zonas de juego para los niños, podríamos ir ahí.

No alargaron más su conversación afuera, Chanyeol abrió las dos puertas de ese lado, para dejar la caja transportadora atrás y para dejar subir a Baekhyun. Luego rodeó el vehículo para subir el mismo y antes de arrancar configuró su celular para que les indicara el camino hasta dicho restaurante.

Park Chanyeol era un hombre de pocas palabras, eso fue lo que Baekhyun pudo confirmar durante ese segundo viaje. Tal y como recordaba su travesía en la isla, el alto iba concentrado en el camino, la única diferencia era que de vez en cuando lo miraba y no iba tan serio, parecía estar más relajado.

Al contrario del pelinegro, quien estaba nervioso, pensaba que decir, pero no encontraba nada adecuado. Decidió esperar hasta el restaurante, ahí sí tendrían que hablar. Así que se dedicó a planear posibles temas de conversación hasta que se dio cuenta ya estaban en el estacionamiento del lugar.

—Es aquí —anunció Chanyeol, volteó a ver a Baekhyun—. ¿Conocías este lugar? —él negó.

Chanyeol se encargó de bajar a ambos perritos, a Baek le sorprendió un poco que Pepper no se asustara al ser cargado por un desconocido. Juntos entraron al restaurante y un empleado les comentó sobre el reglamento de la zona de mascotas, para evitar confusiones y robos, ataron en los cinturones de Toben y Pepper una cinta que tenía escrito el número de mesa que ocuparían sus dueños. Después de dejar a los pequeños se dirigieron a su mesa.

—Te recordaba más hablador —comentó Chanyeol mientras revisaban el menú.

—Ohh, la verdad yo soy como soy ahora —aclaró—. El Baekhyun que conociste ese día ya no está, desapareció tan rápido como apareció —sus manos comenzaron a temblar por los nervios—. Te prometo que no volveré a rayarte los brazos ni haré nada extraño.

—Es un alivio, hoy traigo una de mis camisas favoritas y sería una lástima que también la rompieras —Chanyeol lo dijo como una broma, pero fue tan serio que Baekhyun lo sintió más como amenaza.

—Te pagaré la otra, lo siento, lo vuelvo a decir, no sé qué me pasaba ese día.

—Estoy bromeando. No tienes que pagar nada.

Se robaron al novio. [ChanBaek]✔️Where stories live. Discover now