Capítulo 40 - Resultados

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El trabajo en conjunto de las genios duró horas; Bárbara seguía en la torre, era la que se encontraba más incómoda, pero no iba a parar hasta terminar los aspectos más importantes.

Trabajar al lado de una persona como Macarena le dio una idea de cómo podía funcionar una computadora humana, era consciente de que perdió muchos segundos admirando las destrezas de su novia. Pero era alucinante.

Cuando Bárbara le mostró los resultados de las pruebas que mandó a hacer en otro laboratorio, pudo ver literalmente como la rubia se perdía en su mundo. Y se enamoró más aún...

—¿Alguna vez trabajaste con este tipo de programas? —le preguntó la rubia, al ver como entraba y manejaba con destreza el programa químico. Ya que no tenía acceso a terminales de interfaz, le tocaba a Bárbara hacerlo por ella. La rubia veía la pantalla del programa, pero todo el manejo lo comandaba ella por voz. Bárbara era sus manos.

—Todos los programas son similares, lo púnico que los diferencia es la especialidad a la que se deben, pero manejarlo es súper fácil con tu hermosa voz dando las indicaciones —explicó, con algo de gracia.

Macarena se peleaba con ella misma para contener los suspiros al escucharla.

—Este programa lo hicieron a mi medida —le dijo mientras escribía unos resultados en su libreta—. Yo lo planeé y contraté un equipo para que lo creara y administrara.

—Wow, Princesa, necesito leerlo. —Se refería a meterse a la estructura y fuente del programa, ella ya lo conocía porque una que otra multinacional a las que ella le hacia el trabajo de consultoría TI lo tenían.

—No tengo problema que tú y Tessa se encarguen de él, el contrato con la empresa que lo administra está por expirar.

Bárbara estaba asimilando la información.

—Me gustaría que lo pienses, si cuento con ustedes, para qué contratar a otro.

—¿Es en serio? —la incredulidad era amplia, su novia era una cajita de sorpresas.

—Totalmente, de hecho, tengo unas ideas para incluir, estar trabajando con está formula y de esta manera estas últimas semanas, me ha dado unas ideas para incluir y otras para adaptar...

Bárbara volvió a quedar sin palabras, mientras la rubia veía la pantalla, evaluaba y anotaba.

—Falta poco, mi amor.

—Toma el tiempo que necesites —respondió Bárbara.

—¿Te incomodé con mi propuesta? —indagó con cautela. La morena había quedado muy callada.

—Hablemos de ello luego —le pidió—, sabes que tengo una vida en Chicago.

—Sea aquí o allá, no quiero que vuelvas a trabajar como dependiente, Bárbara —le explicó—, antes de ir a Chicago, hablé con Tessa y varios puntos más quedaron claros para mí.

Macarena estaba pensando en el futuro de ambas, con toda la información que manejaba, cuando regresaba a la ciudad, decidió tomar ese tema en particular para abstraerse de la situación. Era obvio para ella que no iba a imponerle a la morena que se separara de su Mamá, desde el principio estaba clara en la vida de la morena en otra ciudad. Pero quería lo mejor para ella y no pudo evitar crear escenarios para que todo el talento de la morena fuese beneficioso para ella, en primer lugar.

—Amor, lo agradezco, pero vamos a centrarnos primero en limpiar tu nombre. Necesito tenerte a mi lado.

Ambas sintieron una sensación cálida en sus corazones, pero Macarena justo para ese momento terminaba de colocar el último enlace, y tomó un segundo para sonreírse a ella misma, para decir:

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