✐Capítulo 25.✎

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Jungkook sintió sus mejillas agolparse de calor, había sido tan lindo escuchar aquellas palabras pronunciadas por Jimin. Se dio cuenta de que era hipersensible al momento que quiso llorar por ello, pero sólo atrajo al rubio hacia él y lo asfixió entre sus brazos, repartiendo cortos besos en su cabeza.

—Eres tan tierno, te amo, te amo.

—Jun... Jungkook... me estás as... fixiando.

El azabache se carcajeó soltando de inmediato a Jimin, tomándolo del rostro para comenzar a besarlo con parsimonia.

El calor que emanaba su cuerpo comenzaba a intensificarse con rapidez, los labios de su novio eran tan suaves y cálidos que simplemente no podía parar de besarlo.

Separó sus piernas para que el castaño pudiese acomodarse, y sintió el miembro de Jimin rozar contra su entrada, soltando unos cuantos jadeos al instante. El rubio lo sorprendió al momento que lo sujetó con fuerza para alzar sus piernas entre sus brazos y acorralarlo contra la pared.
Regreso a sus labios, capturándolos y moviéndolos con cierta impaciencia. Jimin pasó sus dedos por su lengua humedeciéndolos, para luego posicionarse en la palpitante entrada de Jungkook y comenzar a introducir su índice sin previo aviso.

El azabache jadeó, aferrándose fuerte a la espalda de su novio. Aquella posición le permitía a Jimin, llegar a su próstata sin ninguna dificultad y por tanto, Jungkook se sentía en el mismísimo paraíso.

Sintió un segundo dedo ser introducido y echó su cabeza hacia atrás. El simple hecho de estar siendo embestido con los dedos de Jimin, le daba la magnífica sensación de saber que su orgasmo estaba cerca. Su respiración se agitó aún más cuando sintió aquel vacío en su interior, las ganas de que el castaño comenzara con lo dicho antes, eran demasiado intensas.

Mordió el hombro del rubio y rasguñó violentamente su espalda cuando su interior se llenó nuevamente. Jimin daba cada embestida de una forma lenta y suave que Jungkook sólo podía sujetarse para no desfallecer. Cada que el miembro de su novio golpeaba contra su punto feliz, podía jurar que el alma salía de su cuerpo, enviándolo a un lugar mágico del que no quería irse.

El constante roce contra el abdomen del rubio, lo hizo llegar a su inminente clímax, soltando sus tibios fluidos entre ambos y sintiendo sus piernas temblar.
Cerró los ojos con fuerza jadeando agotado. Al abrirlos, miró a Jimin, quien se mantenía cabizbajo mientras mordía su labio con fuerza, embistió un par de veces más y dejando salir un fuerte gemido, se liberó dentro de Jimin.

Salió de él y lo recostó en la cama, acurrucándose junto a él.

—Estamos pegajosos Jiminie.

—Deberíamos ducharnos ¿cierto?

El azabache sonrió cómplice y ambos corrieron a adentrarse en la ducha. Si bien, los lectores creyeron que habría un segundo round, simplemente no fue así.

Después de un rato salieron completamente vestidos y volvieron a la cama. Escucharon prominentes risas escandalosas, especialmente la de Taehyung, desde la sala y luego de algunas miradas curiosas, salieron a ver quien era la compañía de aquel chico.

—¡Santa mierda! Jimin apúrate, ven a ver esto —susurró lo suficientemente audible para su novio.

Si creía haber visto las cosas más increíbles del mundo, lo que ahora observaba era cosa de otro mundo y son duda algo increíble.

•••

—¿Para eso me trajiste, Tae?

—¡Oh vamos! No es tan malo.

—Seguro, porque escuchar a mi mejor amigo haciendo gritar a tu hermano, es lo mejor del mundo...

Taehyung reprimió un risa, pues realmente no tenía planeado llegar a casa y encontrarse con aquellos sonidos. Aunque estaba claro que, sin su presencia y la de su madre, ese par de tórtolos, no perderían el tiempo.

—Ya se callaron, ¿ves? No fue tan malo... —Yoongi no respondió —¿Qué tanto me miras?

—Tienes un insecto en la cara... ¡Qué asco!

—¿Qué? ¡No! ¡Quítamelo, quítamelo! Que horror, que vergüenza, ¿por qué carajos te ríes?... Ah, jodido idiota, en serio...

El peliverde seguía sin parar de reír, en realidad no era aquello lo que quería decir pero sus verdaderas palabras le daban cierta vergüenza y esque como decirle que amaba la manera en que exageraba las cosas, incluso cuando le dijo que Hoseok no era capaz de hacerlo feliz.

Y a pesar de todo, tenía tanta razón, era tan hermosa la forma en que demostraba sus celos sin siquiera darse cuenta de cuando lo estaba haciendo.

Se perdió en sus ojos color marrón y de un momento a otro se acercó con lentitud hasta que sus labios se encontraron.

Una extraña corriente recorrió su cuerpo de pies a cabeza. Ahí supo lo que era la verdadera felicidad, sentir sus labios junto a los suyos era algo que anhelaba desde hace tiempo y hoy por fin, sin propuestas obligadas de por medio, las mariposas en su estómago, revoloteaban de alegría y amor puro.

Por otra parte, Taehyung no sabía cómo había terminado de esa forma, pero no quería que ese momento se desvaneciera, sintió estar flotando dentro de una burbuja con flores y corazones a su alrededor. Cerró sus ojos dejándose llevar, entre abriendo su boca para permitirle el paso a Yoongi, quién ante esto, no desperdició aquella oportunidad y se dedicó a explorar cada parte de su cavidad con extrema lentitud y delicadeza. Una pequeña lágrima escapó de los ojos de ambos chicos, pues explicar a exactitud lo que sentían en ese momento, se resumía en sólo la palabra "amor".

•••

—¿Qué tanto me ves? ¿Te gusto o qué? —dijo con la cabeza gacha, notando que una persona frente a él yacía ahí hace rato sin moverse.

—Pues, podría ser sincero.

—Déjame solo...

—Se supone que bajo este árbol encuentras el amor... Alguien me lo dijo hace un tiempo.

—Escucha, no quiero ser grosero pero... ¡Oh por Dios, qué hombre! —gritó sonrojándose al alzar la vista —Un gusto... Soy  Hoseok... Jung Hoseok.

—Entonces, ¿puedo sentarme junto a ti, cierto?

—Y encima de mi, si eso gustas... Es decir, ¡agh! Qué patético.

—Kim Namjoon

—¡Santos cielos! Me has dicho tu nombre, es un gran avance, siento la boda acercarse... —dijo cubriendo su boca al notar que no paraba de hablar estupideces.

El peligris, sin importarle el hecho de acabar de conocer a aquel sujeto, se sentó a su lado y lo abrazo, recargando su frente en el hombro contrario.

—Hoseok... ¿Has escuchado del amor a primera vista?

¡Maldito Flechador! (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora