✐Capítulo 27.✎

915 98 10
                                    

—¡Feliz Cumpleaños! ¡Feliz Cumpleaños! Levántate... bueno no, aún no tengo hecho el desayuno, espera acá... Pero ¡Feliz cumpleaños Jiminie! —dijo con emoción saltando a horcajadas sobre el rubio que aún se mantenía adormilado.

—¿Quieres despertarme a mi o a mini Jimin? —rió bajo.

—Ambas cosas —sonrió ampliamente —Pero en serio necesito hacer de desayunar, no te muevas de aquí bebé, ya regreso —besó cortamente sus labios y salió de ahí.

Jimin vio de reojo salir a Jungkook de la habitación. Le era increíblemente gracioso que después de una noche agotadora, él se levantara con los ánimos más altos que el propio Slenderman.
Sonrió cuando el momento en que lo vio por primera vez, llegó a su memoria.

Seis meses habían transcurrido desde aquella noche que tomó su mano y un escalofrío envolvió su cuerpo. Seis meses desde que supo que estaba enamorado sin siquiera conocerlo más allá de su nombre.

Y ahora, ver el momento en que se quedaba dormido entre sus brazos, luego de decirle que lo amaba, era simplemente maravilloso. Supo que se había quedado pensando demasiado tiempo en su felicidad cuando observó a Jungkook entrar a la habitación con una bandeja repleta de comida.

—¿Todo eso es... para mi?

—Claro Jiminie, es tu día especial y quiero consentirte. Sé que no soy el mejor cocinando pero ojalá te guste, lo hice con mucho amor.

—Ay... Kookie —sonrió enternecido sentándose para abrazar al azabache —Te amo tanto, eres lo mejor de la vida —se acercó a sus labios, capturándolos un momento antes de regresar su mirada al desayuno.

—Hey, no debí echarle miel a los panqueques.

—¿Por qué no? Te han quedado muy buenos y...

—Es que nosotros estamos derrochando demasiada y va a desperdiciarse —murmuró conteniendo sus ganas de reír.

—Eres un idiota... Pero así te adoro.

—Y yo te adoro a ti.

•••

—¡Sorpresa! —gritaron todos los presentes de aquella fiesta al unísono.

—¡Santa mierda!... Digo... ¡Oh por Dios! —habló el rubio con una mano en su pecho porque mentiría si dijera que no estaba asustado por aquel grito —Jungkook esto...

—Es el primer cumpleaños que paso a tu lado, así que quería hacer algo mega genial para ti, espero te guste y...

—Deja de decir eso, está claro que todo lo que haces me gusta, eres increíble.

—P-pero... ¿Y mi hijo con G-Dragon?

—Pero él ni siquiera existió en esta historia, así que no es válido —encarnó una ceja mientras sonreía divertido —Además, créeme que amaría verte embarazado, estarías tan tierno.

—Esto no es un M-preg, Jiminie, lo sabes.

—De cierta forma me alegra, podré follarte siempre sin temor y podré hacerte...

—¡Jimin, Jungkook! Dejen de hablar de sexo y... Ya está listo el pastel, vengan —dijo ShinHye emocionada interrumpiendo la íntima y extraña conversación.

Ambos hicieron caso y se adentraron hacia el comedor. Ahí esperaban los familiares y amistades de los chicos.

—Pide un deseo antes de soplar las velas —dijo el azabache después de cantar aquella canción de feliz cumpleaños que supuestamente todos se saben pero al momento, todos olvidan la letra.

"Yo sólo deseo que siempre te mantengas a mi lado kook, con esa hermosa sonrisa que cargas a todos lados porque te ves tan lindo cuando sonríes y me miras de esa forma que... Ah sí, nunca te alejes amor de mi vida, te amo... Y deseo que mi familia y amigos siempre estén unidos cómo justo ahora. Pedí dos deseos porque soy Jimin y porque quiero y puedo."

Todos aplaudieron al momento que las luces de aquellas velas, se apagaron una a una.

Jimin se acercó lentamente al pastel para darle una gran mordida pero en segundos sintió su rostro ser hundido con fuerza y ser llenado de crema y frutas.

—¡Min Yoongi! —gritó con los ojos cerrados al momento que alzó su rostro, pesado por todo el relleno que mantenía en él.

—¡Oh por Dios! Pareces un jodido panda, déjame tomarte una foto —rió con fuerza dejando a la vista sus encías —Esto irá a las redes sociales, mocoso.

•••

—Bueno, ya que estamos todos reunidos ahora mismo, tengo un anuncio que dar —habló Taehyung obteniendo todas las miradas —Yo... bien, quiero disculparme con todos ustedes por el mal rato que les hice pasar hace unos meses.

—¿Puedes ir al punto? Por favor.

—Yoonie, pero... Tengo un discurso.

—¿Y? —se levantó de su asiento tomando firmemente la mano del pelinegro —Tae y yo somos novios.

—Ah, arruinaste todo, te odio —frunció sus labios —Te dije que tenía un discurso... ¿Por qué eres así?

—¿Y qué ibas a decir? "Lamento haberte golpeado hermano, perdóname Jimin por no haberte escuchado antes, feliz cumpleaños"

— Sí.

—¿Viste? Alargas nuestro aviso — Taehyung miró con ternura a Yoongi antes de acercarse y besar sus labios fugazmente —Ah, tú...

Jimin comenzó a reír, pues le sorprendía lo mucho que el pelinegro podía causar en su mejor amigo, porque sin darse cuenta, Yoongi tenía las mejillas iluminadas de un intenso color rojo.
Después de todo esperar siempre había sido la mejor opción, él esperó por el amor de Jungkook y Yoongi, a pesar de haber entablado un noviazgo con el chico que se encontraba sentado en uno de los sillones junto a su nueva pareja, su corazón jamás se había dado por vencido.

Estaba tan contento, tan conforme y pensó por un momento que ese cumpleaños lo marcaría sin duda como el favorito de toda la vida.

—Jiminie... Yo... Te he comprado un obsequio —su novio lo observó con aquella sonrisa entregándole una caja envuelta en papel decorado con tigres y conejos —Feliz cumpleaños amor de mi vida, te amo —dijo antes de abrazarlo con fuerza y depositar un beso en su nariz.

El rubio comenzó a desenvolver el obsequio con cuidado hasta dar con la caja.

En cuanto la abrió, sus ojos se ampliaron y su sonrisa se ensanchó.

Una cámara fotográfica yacía dentro con una tarjeta escrita por el azabache. Jungkook no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran ante la hermosa imagen que observaba. Estaba tan contento de haber elegido el regalo correcto para su novio; amaba verlo sonreír de esa manera, sin saber que, Jimin no necesitaba de cosas materiales para hacerlo. Simplemente le bastaba la presencia de Dios junto a él.

—Yo... Kookie... Muchas gracias —agradeció sin dejar de abrazar su cámara nueva —Podrían... ¿Podrían juntarse todos allá? Tengo que capturar este momento.

Todos los presentes comenzaron a acomodarse esperando a que el rubio se incorporara junto a ellos, y colocando el temporizador, corrió junto a Jungkook y su madre.
Y sin más, el flash salió disparado, capturando aquella imagen que al verla, cualquiera podría notar que sólo se mostraba felicidad pura en cada amplia sonrisa.

¡Maldito Flechador! (Jikook)[Adap.]Where stories live. Discover now