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—¡Papá!, ¡Papá! —un pequeño Nam gritó buscando su atención—, ¡Papá!, ¡Papá corre!, ¡Papá, papá, papá, papá!, ¡PAAAAAAAPÁAAAAAAA!

—¡Ya voy NamJoon, espérame un minuto!

Las vacaciones de verano estaban próximas a acabar por lo que la familia Kim había viajado a Hawaii luego de su viaje a Estados Unidos. NamJoon apenas siendo un niño estaba encantado de poder ir a tantos lugares antes de volver a clases y a su vida rutinaria, disfrutaba con sus padres de un agradable viaje familiar. La playa era hermosa, con una arena tan fina que le permitía correr descalzo por todo el lugar, el sol ardiente en el cielo, el agua limpia y refrescante extendiéndose por todo el paisaje, y una cantidad muy pequeña de personas ahí; pero NamJoon no le tomaba interés alguno, desconociendo que sus papás alquilaban la playa para el disfrute de ellos, por lo que encantado de la vida iba de un lado a otro, con sus shorts azules de ballenas, su playera gris y todas las extremidades de su cuerpo blancas por el uso excesivo del protector solar, yendo corriendo por todo el lugar.

—¡PAPÁ, PAPÁ, PAPÁ VEN! —Okay, tenía apenas 5 años pero unos muy buenos pulmones—, ¡APPAAAAAAA!, ¡AAAAAPPPPPPA!

—Es tu hijo —habló Hye desde su asiento acomodando todas las cosas de su alrededor.

—También es el tuyo —se defendió Seung colocándose bloqueador solar en los brazos.

—¡AAPPPPPPAAAAA!, ¡APA!, ¡APA!, ¡APA!, ¡APA! —el castaño no parecía querer parar de gritar porque inclusive lo hizo aún más fuerte que la vez anterior, atrayendo la atención de las personas.

—Te esta hablando a ti —se burló Hye tomando de la bebida que le habían servido antes, la comisura de sus labios alzandome poco—, anda amor, quiere a su papá.

—Esta bien, creo que ya tengo suficiente bloqueador solar, voy con Nam —avisó corriendo en dirección a su hijo tan rápido que ni su esposa alcanzó a decirle que no se había echado en la cara.

—Bueno, para la próxima será —finalizó alzándose de hombros.

—¡APA!, ¡APA!, ¡APA!, ¡APA!, ¡APA!

—¿Qué pasó hijo?, ¿estas bien? —el mayor inquirió en el instante que llego, verificando que su bebé tuviera todas las extremidades en el lugar correcto.

—Mira, un cangrejo —ignorando de forma olímpica su pregunta le enseñó el animal en sus pequeñas manos, tan, tan cerca de su rostro que Seung ni lo pudo apreciar bien.

—Oh, qué bonito —murmuró inseguro de saber qué decirle.

—Lo quiero, me gusta —anunció demandante el infante.

—¿Quieres comer cangrejo? —preguntó su papá sin entender bien.

—¡Papá! —farfulló molesto dedicándole una mirada frívola—, ¡Es mi amigo, los amigos no se comen! —enojado se cruzó de brazos haciendo puños su manitas lanzando sin querer el pequeño animal a la arena—, ¡PAPÁ MI AMIGO SE CAYÓ!, ¡JOAQUÍN SE CAYÓ!

«¿Joaquín?», pensó el mayor, ¿de dónde sacaba su hijo nombres tan raros?, tal vez debía de dejar que tuviera variedad de programas de todo el mundo y quedarse únicamente con los programas coreanos y estadounidenses.

—Papá ayúdame a buscarlo por favor —pidió dejándose caer de rodillas de forma inmediata, removiendo la arena para ver si encontraba una de sus patitas o algo que le indicara que su amigo sigue vivo.

Seung ama a su hijo, por lo que por supuesto que se arrodilló y buscó al dichoso cangrejo por todas partes, incluso tenía la cara casi pegada a la arena para que no se le fuera de vista. Dos minutos después, padre e hijo se resignaron a encontrarlo, y Nam se echó a llorar pensando que alguien malvado se había robado a Joaquín.

Opción Perfecta ||NamJin|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora