Un omega defectuoso

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 22: Pᴇʀғᴇᴄᴛᴏ ᴅᴇsᴀsᴛʀᴇ

Me gustaría poder concentrarme, en serio pero gracias a mi hiperactividad me distraje viendo la lámpara en el techo y ahora estoy en medio viaje astral hacia la cena de ayer, si es cierto que me queria ir de allí pero nadie me permitió hacerlo así que mis súplicas a los dioses que conozco fue un vano intento de volver a ser creyente, recuerdo la cara de estupefacción de Shinoa cuando Mikaela se comporto como todo un príncipe de algún reino congelado, voz baja y elocuente aunque aún mantenía su cara neutra como si no pudiera hacer otra cosa más que alzar la ceja, fruncir el ceño y hacer berrinche cuando algo no le sale como quiere, se mantenía distante de la conversación y de vez en cuando hablaba si le hacían alguna pregunta, quien dominaba la conversación era Krul y termino por acribillarme a preguntas del tipo "¿Tienes alguna pareja? ¿Cual es tu interés? ¿Qué ambiciones tienes? ¿Si fueras dueño de la empresa que harías?" En el momento no lo había pensado tanto de hecho hasta me resultó normal, ahora no.

—Yuu-sama aquí está la fecha de la primera junta para presentar el producto a nuestros socios—Informó Horn mientras escribía de forma distraída en un papel un par de números, eso sería en una semana, pase mi mano por mi cabello, últimamente no había tenido tanto trabajo del acostumbrado

—Después de la junta comenzarían a preparar el desfile. Por lo general de eso se encargaba el Welt-sama pero dijo que tenía demasiados preparativos que hacer con los compradores ya que vendrían desde Italia la señorita Mito junto a su esposo para comprar en forma de prueba así que se lo dejaría a Mahiru-sama ¿Que más desea saber?—Dudó posando sus ojos plata sobre mí, por lo general me incomodaría pero por extraño que me resulta no me molesta

—Después del desfile ¿Hay junta? Digo siempre tendría que analizarse la forma en la que el público reaccionó al producto. De eso siempre depende el resto de las ventas—Pregunté y ella asintió

—La junta sería quince días después. Puede tomarse un pequeño descanso, a trabajado excelente—Me dedicó una sonrisa pequeña sin mostrar los dientes y luego dio una reverencia antes de salir

Suspiré agotado, creo que por ahora adelantaría un poco un par de cosas antes de salir a almorzar. Había un extraño ajetreo afuera, bueno quizás Mikaela agarro otro berrinche

—¡Yuu-San!—Entró Shinoa con sus mejillas rojas y con una respiración agitada, ya ni me sorprendía que hiciera eso— Mahiru-neesan llegó ya...

—Necesito que comience a preparar el lugar y las invitaciones del desfile, no planeo esperar una semana—Le extendí un papel donde recién había escrito los compradores y los posibles lugares de encuentro para eso—Estoy seguro que hará un excelente trabajo

—Si bueno ¿Cuntas veces haz visto a Mahiru molesta gritando en español? Bueno súmale Mikaela gritando en ruso y Gyuurei maldiciendo en italiano ¡Van a matarse!—Espetó mientras agarraba el papel y me jalaba del brazo— Ni la presencia de Yoichi es suficiente.

—¿Te parece que yo puedo hacer algo? Shinoa yo soy el que inicia esas peleas ¿Te parece que los haré calmarse?—Pregunté irónico y ella solo bufó de mal humor jalandome hacia afuera de todas formas.

—Negativo más negativo da positivo ¡Matematicas salado!—Espetó mientras nos deteniamos frente a la sala de juntas ¿Otra vez aquí? Como que hay que hacerle una limpia a este cuarto porque parece ser un imán de discordia.

Abrí la puerta y a mi lado pasó un marcador que había sido lanzado hacia quien sabe quién, la escena era tan extraña que podría retractarme del hecho de que "Nada iba a sorprenderme", Mahiru con el cabello recogido en una cola alta estaba vociferando en español y por lo visto no eran precisamente bendiciones, Mikaela le respondía en ruso y no planeo repetir que clase de cosas esta diciendo, Gyuurei solo esta a tres pelos de estampar a Mikaela en el suelo para romperle la nariz mientras grita amenazas en italiano ¿¡Que diablos habrá hecho para que Mahiru pierda nuevamente la paciencia?! Había que ver que Mikaela le quitaba la paciencia hasta el más santo.