Capitulo 11

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Las horas y los días no se habían pasado volando precisamente. Jungkook contaba los segundos para poder ver otra vez a Taehyung.

Lo había abrazado, le había dicho que quería quedarse así con él y Taehyung no lo había rechazado.

Era increíble. Quizás todo eso se tratara de un sueño.

—Quizás todo sea una mierda, pero te tengo ti — susurró Jungkook a solas en su habitación aquel lunes por la madrugada mientras esperaba a que el reloj llegara a las 6:30 AM para levantarse y así ir al instituto.

Jungkook no podía dormir aquella noche. Estaba nervioso porque Taehyung pasaría a buscarlo en unas largas horas.

Él solo deseaba verlo. Lo quería tanto...

Jungkook coloreaba con sus lapices de marca el dibujo que estaba haciendo de Taehyung, era el dibujo del Starbucks y ya casi lo tenia terminado.

Quizás se lo regalase en algún momento. Quizás le diría que lo habia estado dibujando todo ese tiempo.

Taehyung se merecía tener un cuadro del tamaño de una pared, de piso a techo. Eso era lo que merecía una belleza como él.

Jungkook dejó su cuaderno a un lado y se acostó en la cama aun con la luz del velador encendida. Agarró una almohada y la abrazó, enamorado y ansioso al sentir el recuerdo de las manos fuertes de Taehyung rodeándolo por la cintura para atraerlo a su cuerpo. Recordaba su aroma y el latido de su corazón.

Lo recordaba todo y quería que así se quedara para toda la vida.

Lo amaba mucho y quería conocerlo en todo sentido de la palabra. Quería ser parte de su vida, parte de él.

Pero Jungkook también tenia miedo. ¿Y si en verdad Taehyung no lo quería de esa misma manera?

Después de todo él solamente le había propuesto ser su amigo.

Pero cómo actuaba... su comportamiento le decía otra cosa. Jungkook no quería anticiparse, pero no podía evitar imaginarse un futuro de ensueño tal cual príncipe.

Pinceladas para mi amor |Tk| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora