Capítulo 26 EDITADO

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Espero que les guste, este es el último capítulo.

Sonrío hipócritamente estrechando la mano de Leonardo, el alfa de la manada del noroeste, no pudiendo creer que por fin se esta realizando una alianza de manadas, llegue a pensar que nunca podría y es que la primera ve que lo fui a visitar personalmente para hablar sobre este tema, queriendo causar buena impresión, lo único que conseguí de su parte es hostilidad y machismo diciendo que una loba no podía ser alfa y que podíamos tener otro tipo de alianza ya que no tenia mate yo.

Pero no podía propinarle un puñetazo por más que quería y es que él era parte de unas de las manada mas fuertes, destacando por ser despiadados sin importarle quienes fueran. Eran la manada que causaba mas roges de todas por no seguir sus estrictas reglas o eso es lo que se rumoreaba, ya que en si no se sabia mucho de esta manada, mantenían todo en total confidencialidad.

-Espero que nos llevemos bien-. digo intentando ser amable pero solo quería soltar su mano.

-Yo también lo espero-. dice con doble sentido lo que hace que casi me den arcadas.

Siento la mirada molesta de su mate pero no dice nada.

Carraspeo la garganta nerviosa y alejo mi mano para mirar a nuestras manadas con algunos representantes de otras con las que hicimos las alianzas.

-Bueno, hoy por fin pudimos reunirnos todos como aliados, compañeros en las dificultades y en la prosperidad de cada una de las manadas, con el fin de poder ser más fuertes, de proteger nuestro legado y a nuestra gente. hace solo unas décadas todas peleábamos entre nosotros para ganar territorio, poder e imponernos por sobre otras manadas, gracias al señor Leonardo por fin las 20 manadas de este lado del mundo podemos gozar de tranquilidad, sin tener fronteras marcadas, invitando a quien quiera de cualquier manada a estar en otra para crear lazos y poder encontrar sus mates si es que no es de la misma manada, sin tener miedo de ser desterrado para poderla encontrar o encontrar un hogar si es que lo necesita para evitar el crecimiento de los roges que luchan por sobrevivir solos, aislados de todo y que al final fallecen sin más. por favor los invito a ser una mano amiga y quiero que sepan que mi manada lo será.

Escucho los aplausos de mas de 500 lobos y lobas después de mi discurso un poco cursi.

Sin mas celebramos hasta caer la noche.

Los tragos pasaban y las risas aun se escuchaban por todos lados tapando un poco la música de fondo.

Me alejo de la multitud viendo como todos conversaban entre todos sin importar de la manada que fuera y yo estaba orgullosa de lo que había logrado.

Ya cuando el bullicio solo era un susurro que se lo llevaba el viento me siento en el pasto contemplando la luna.

Solo espero de que mi hermana este bien.

ha pasado ya un año y medio desde que se fue, todos con el tiempo decidieron darle tiempo a pesar de que no sabían las razones de su huida.

Aaron intento estar conmigo pero yo no se lo permití, ya era tarde para querer enmendar todo el daño que me provocó y las acciones que tuvo.

Nuestra felicidad nunca estuvo junta.

"Los enlaces se rompen pero el amor queda"

Recuerdo aquellas palabras que alguna vez escuche y no comprendí.

Por suerte yo no lo llegue amar y esa fue mi bendición y su castigo.

Alex se sienta a mi lado sin decir nada.

El único consuelo que pude darle fue que ella estaría en una manada, que la cuidarían y que estaría bien en donde sea que estuviera.

Él compendio mis acciones por lo que fue el que más me motivo a lograr esta alianza.

A pesar de eso notaba sus ojos tristes que la extrañaba.

- ¿Crees que nos podremos enamorar algún día?

Lo miro y sonrío con tristeza.

-Lo dudo, ya nos arrebataron el amor antes de siquiera sentirlo-. busco la luna-. creo que nunca me podre enamorar.- me abraza para consolarme o consolarse a si mismo.- pero tu aun no eres rechazado, no pierdas las esperanzas.

-Desearía poder enamorarme de ti para poderte hacer feliz.

"Y yo de ti" pienso, yo también quería ser feliz, pero seria egoísta de mi parte decir eso, aun que sabia que solo decía esas palabras para animarme.

Era una tierna mentira.

Esta vez yo lo abrazo sintiendo como mi corazón agoniza una vez más.

-Tarde o temprano podrán ser felices, solo se paciente con ella.

-La esperaría lo que fuera necesario si es que ella me amara, aunque creo que eso nunca pasara.

Miro la luna y por primera vez le recrimino por hacernos tan miserables, sabiendo que viviremos toda la vida anhelando un amor imposible.

.....

Espero que les gustara, mañana subiré el epílogo.

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora