𝟭𝟬𝟬 | SUNGHOON ✔️

CAPÍTULO 27

— ¿Podemos ver una película? —Minyoung preguntó una vez terminaron de comer—. Mientras mamá llega.

—Yo digo que está bien —Nayoung dijo sonriéndole a Sunghoon, quien suspiró y rodó los ojos—. ¿Qué dices Park Sunghoon?

Sunghoon asintió. Nayoung se quedó abajo alistando unas pocas cosas mientras que Sunghoon y Minyoung fueron por cobijar, almohadas y un poco de comida, después de todo ¿que era una película sin comida? No tardaron mucho, y después de 15 minutos preparando todo se sentaron en el sillón. Nayoung aún un poco incomoda porque no era su hogar, no se podía negar a Sunghoon y menos a Minyoung.

—Si, pero no me pongan a ver peliculas de niñas —Protestó. Nayoung y Minyoun se miraron sonriendo. Sunghoon de inmediato supo que aquella era una batalla perdida.

—No quiero arruinarte el plan Park Sunghoon, pero tu hermana decide hoy. —Minyoung sonrió y luego recostó la cabeza en el pecho de su hermano. Sunghoon pasó su mano suavemente por el cabello de la pequeña—. ¿Qué quieres ver Minyoung?

—La Sirenita. —Dijo—. Es mi película favorita.

Nayoung sonrió a eso, La Sirenita también era de sus películas de Disney favoritas, por no decir que su preferida. Siempre creció con la idea de que las sirenas eran reales —o hasta que unos niños le dijeron que no era así en realidad en la primaria— La sirenita le hizo creer en las segundas oportunidades, y en arriesgar todo por esas personas que tanto queríamos. Ariel lo había dado todo por amor, dio su voz, una de las cosas más preciadas. Todo por su príncipe azul. Y aunque las cosas no habían salido como Ariel tanto las deseaba, ella nunca se rindió hasta recuperar a Eric.

En su caso, Nayoung nunca se rindió cuando le dijeron que había la posibilidad de que no volviera a caminar. Al inicio le costó entender que las posibilidades eran bajas y que su vida dejaría de ser igual, sin embargo, nunca dejó que le dijeran que no podía. Lo intentó, se cayó, pero volvió a levantarse. Al inicio parecía un ciclo sin fin, pero después, todo el esfuerzo valió la pena.

Fue una hora larga mientras veían la película. Estaban en casi silencio, Nayoung de vez en cuando volteaba a ver la tierna escena de Sunghoon abrazando a su hermana.

El timbre fue escuchado una vez más, esta vez unas llaves fueron acompañadas con una voz.

— ¡Niños llegue! —La madre de Sunghoon levantó la voz. El sonido de los pasos llegaron a la sala para ver la escena. Nayoung trago duro y siento miedo de ser rechazada por aparentemente la madre de los dos hermanos—. Sunghoon trajiste una amiga.

Nayoung rápidamente se levantó y se inclinó hacia la mujer.

—Buenas noches, yo soy Bae Nayoung. —La mujer siguió las costumbres coreanas y también se inclinó.

— ¿Bae Nayoung? —La mujer preguntó—. ¿Tu y Sunghoon se llevan bien? —Sunghoon abrió los ojos a su madre detrás de Nayoung—. Quiero decir ¿la hija de Bae Hyunsook? Tu madre y yo solíamos ser grandes amigas, yo te cargue cuando eras una bebé. Que lindo que Hyunsook haya podido tener a una bebé tan linda como tú, me imagino que debió estar muy feliz.

—Sí, mi mamá y mi abuela me dicen que soy un milagro. —Nayoung sonrió—. Un gusto conocerla.

—El gusto es mío. ¿Si alcanzaron a comer todos? —La mujer preguntó y todos asintieron—. Me alegra escuchar eso.

—Mamá, tengo que llevar a Nayoung a su casa, antes de que se haga más tarde. —Sunghoon dijo levantándose de su lugar. Su madre lo miró—. Se que no te gusta que salga en la noche.

—Sunghoon, anunciaron una tormenta temprano en las noticias, las vías están cerradas. ¿Te molesta quedarte a dormir aquí Nayoung? —Nayoung comenzó a jugar con sus manos incomoda, no quería ser una carga de nuevo—. Yo le escribo a tu madre, no tienes que preocuparte por nada. Salir en este momento es muy peligroso. Sunghoon y tú se organizan y acomodamos todo.

En el live de hoy Sunghoon se puso a ver sus videos de cuando era niño y patinaba, silencio estoy triste.