Capítulo 9

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Había pasado un tiempo, todo había estado bien.
Pero sin saberlo, desde ese día toda mi vida cambiaría, a pesar de que vinieran cosas horribles el final fue uno bueno, en parte.

—Buenas tardes, mamá —me senté en el sofá

—Buenas tardes... Jane —ella acomodaba algo a mis espaldas

—Mande —la miré y junto con ella estaba la cámara—. Oh, de acuerdo, iré a hacer mis cosas

—Sí, nos vemos más tarde
Asentí y al abrir la puerta me encontré con un señor con barba larga, cabello castaño, ojos azules, parece que llevaba mucho tiempo allá afuera

—Buenas tardes —lo saludé y pasé de largo
Caminaba hacia atrás mientras veía como ese hombre entraba a la casa donde vivía

"Es atractivo"

Discúlpenme, pero cualquier chica o señora al verlo pudo haber pensado eso. Así que no me juzguen.

—No Jane, no pienses eso —sacudí mi cabeza—. Es muy mayor para ti —me susurré y por estar viendo a ese señor me topé con alguien

—Ten más cuidado
Escuché a mis espaldas y volteé, encontrándome con un chico de mi edad, ojos azules, tenía puesto un sombrero de sheriff, cabello más o menos largo, de color castaño, tenía en manos a una bebé muy linda

—Lo siento —me disculpé y eché una mirada, son un grupo. Sonreí y me fui de allí—. Vaya, la bebé es muy linda —susurré y seguí mi camino para hacer mis actividades

***

—¿Ya vieron a los que llegaron? —Mikey preguntó y se sentó en una silla que había delante de la cama

—Sí, me topé con dos hoy —comí una galleta y me tapé la boca con una mano—. Se ve que llevan mucho tiempo fuera

—Eso parece —Mikey concordó

—Yo quiero conocer al chico —Anderson se sentó en la cama

—Se ve... interesante —sonreí

—Cuidado que te la quitan, Ron —Bromeó

—Sí claro —rió

—Pero fuera de ello... también quiero conocerlo —los dos asentimos—¿Tú que opinas Enid?

—Sí, como sea —no levantó su vista, se concentró en leer su historieta

—Vamos Enid - Ron trató de animarla

—Ay, ya déjenla. Si no quiere hablar pues no importa —sonrió—. Dejen que siga con la historieta

—Ya ven, hagan caso —Se limitó a hablar

—Bien... ¿Qué hacemos? —animé pero en eso tocaron la puerta de la habitación—¡Sam! —una sonrisa se formó en mi rostro al ver al pequeño

—¿Qué pasa? —lo volteó a ver

—Puedo hablar contigo... Jane —parecía nervioso

—Estamos ocupados —Ron respondió rápidamente

—No seas grosero —me bajé de la cama y fui hacia él, me puse a su altura— ¿Qué sucede?

—¿Podemos jugar? —dijo en murmuro y una sonrisa más grande se formó en mi rostro

—Por supuesto —él asintió y se fue corriendo a su habitación. Me giré a ver a los demás— Nos vemos al rato

—Jane... —le presté atención— ¿De verdad?

—En serio —suspiré—. Nos vemos más tarde y si no mañana —les sonreí y salí de allí

***

La noche había caído sobre Alexandria, las pequeñas calles de allí se encontraban totalmente silenciosas, algunas casas mostraban un poco de luz y otras no. Lo único que se escuchaba eran mis pisadas sobre el pavimento de las calle.
Había pasado todo el día jugando con Sam, la verdad me entretenía estando con él. Además así no pensaba mucho sobre su padre, aunque la verdad me daba algo de miedo su padre, Pete. No creía que sería capaz de hacer algo más, pero aun así, no me gustaba estar en la misma habitación que él, pero ya había pasado, supongo que era de acostumbrarse, lo cual estuvo mal, él no debió de estar allí

—Jane —la voz de mi madre hizo que saliera de mis pensamientos— ¿Qué haces a esta hora acá afuera? —se paró delante de mi

—Me quedé con Sam hasta ya muy tarde, me gusta pasar tiempo con él —ella asintió y empezamos a caminar hacia la casa— ¿Y tú, mamá? ¿Qué haces afuera?

—Fui a ver a Rick y a su grupo haber como se encontraban

—¿Rick? —pregunté confusa

—Es el líder del grupo, son bastantes —rió en lo bajo

—Pude darme cuenta esta tarde —ella asintió— ¿Dos o una casa?

—Dos —suspiró—. Solo que ahora se encuentran en una

—¿Desconfían de nosotros? —volteé a verla y ella asintió. Volví mi vista hacia las calles—. Los comprendo, digo, pasar bastante tiempo fuera y de un día para otro que se encuentren en una comunidad donde sea seguro, un muro, comida, gente, casas... —suspiré—, como si nada hubiese pasado. Supongo que será difícil que ellos se acostumbren, bueno, si es que quieran quedarse

—¿Por que no querrían? —cuestionó

—Son un grupo, ¿No? —ella asintió—. Tienen que hablarlo, no porque tengan un líder solo se llevará a cabo lo que él diga, bueno, en parte; sino también es como se sientan los otros, supongo que la mayoría gana —dejé salir aire—. Además, hay una bebé y supongo que es lo principal en que deben pensar. Su seguridad

—Correctamente, por ello mismo es bueno que se queden. Ella estará a salvo al igual que nosotros. Todos haríamos que siga funcionado —llegamos a casa

—Lo sé, solo hay que esperar su decisión —ella pasó—. No hay que obligarlos para que se queden —cerré la puerta detrás de mi—. Todo a su tiempo

MI PRIMER AMOR; ron andersonHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin