Capítulo 10

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—Hey Mikey —él me volteó a ver—, pásame esa historieta, ya que las últimas quedaron en esa casa —él me la pasó—. Gracias —me acomodé mejor en la silla para empezar a leer la historieta y se empezaron a oír pasos

—Venimos aquí después de la escuela —escuché a Ron por el pasillo—, así que ven cuando quieras

—¿Hay una escuela? —escuché la voz del chico que me topé ayer

—Es una cochera... los más chicos van por la mañana y nosotros en la tarde —se escuchaban más cerca, pero yo seguía leyendo la historieta —Quizás también vengas, ¿no?

—Puede ser —y en eso se escuchó un pequeño golpe en la puerta

—Chicos, él es Carl —alcé la vista—. Carl... él es Mikey —señaló—, ella Enid y ella —me señaló— es Jane, la hija menor de Deanna

—Solo Jane —miré a Ron

—Hola —Mikey se levantó

—Hola —habló Enid

—Hola, cowboy —volví mi vista a la historieta—. Espero y este sea un mejor comienzo

—Enid también es de afuera —Anderson le comentó— llegó... hace 8 meses

—Ah... ¿Esto es... suyo? —alcé la vista, tenía en mano una historieta

—Lo siento, no sabíamos que tenían esa casa —se disculpó

—Solemos ir a escuchar música... es de Enid y de Jane —ella lo agarró rápidamente y lo arrojó a la cama, dejé la historieta que estaba leyendo y la agarré

—Gracias —le sonreí a Carl y me volví a sentar para comenzarla a leer

—¿Quieres... jugar a los videojuegos? —Ron animó— Si no, Mikey tiene un billar en su casa, pero el papá... es un poco estricto con eso

—Está bien. Salió —dijo tranquilamente. Carl no respondió

—Perdón... —me disculpé al ver que estaba incómodo con todo esto, Ron me volteó a ver y le hice una seña

—Lo siento, no... quisimos abrumarte —también se disculpó y Enid alzó su vista—. Podemos solo quedarnos aquí —añadió

—No tienes que hablar, si no quieres —habló Mikey

—Sí, a Enid le llevó tres semanas decir algo —volvió a comentar Ron

—No te emociones, Campeón —es lo segundo que Enid ha dicho

—Bueno... veamos que juegos tienes —decidió

—Súper, sí

***

—Ya tengo que irme —informó

—Te acompaño a la puerta —Carl asintió

—También tengo que irme —me voltearon a ver—. Todavía tengo actividades que hacer, nos vemos —salimos de la habitación hasta la entrada de la casa

—Ya sabes, cuando quieras venir eres bienvenido —comentó

—Sí, Gracias —salió de la casa y empezó a caminar

—¿De verdad tienes actividades que hacer? —me detuvo antes de salir

—De verdad, vine porque también quería conocerlo —él no se veía del todo convencido

—¿Qué fue lo de hace rato? —trató de recordar— "Espero y esto sea un mejor comienzo"

—Vamos, Ron, no empieces. Solo que ayer me lo topé y no fue como tuvo que ser —rodé los ojos

—Vamos, Jane —insistió

—No tengo porque explicarte todo, no confías en mi y tampoco te daré la libertad para que me cuestiones todo, ¿De acuerdo?... Me tengo que ir

—Jane... no, por favor —me agarró

—Es en serio, Ron

—Jane... - habló el el menor de los Anderson, lo volteamos a ver— ¿No te quedarás?

—Lo siento pequeño —me sentí mal—. Hoy no puedo, tengo actividades que hacer, pero mañana sí, ¿Está bien?

—De acuerdo...

—Nos vemos, Sam —me solté de Ron—. Adiós —salí de la casa y a lo lejos veía a Carl camino a su casa—. ¡Carl! —le gritaba mientras corría— ¡Carl! —él se detuvo y me acerqué a él

—¿Pasa algo?

—Quiero disculparme por lo de hace rato —hizo cara de confusión—. No te sentías cómodo y de seguro pensarías que estamos locos por el hecho de vivir detrás de unos muros como si nada de allá afuera existiera, pero no es así, al menos en mi caso. Tengo claro que en algún momento esas cosas puedan entrar, ahora ya no hay lugar seguro, ¿No es así? —él asintió—. No intentaré convencerte para que se queden, pero si es así te daré un pequeño recorrido, ya sabes donde encontrarme —empecé a caminar

—¿Por qué quisieras? —lo escuché gritar y me giré a verlo sin dejar de caminar

—No lo sé, soy... buena persona, de hecho... más de lo que debería serlo, nos vemos Cowboy —me giré



—¿Así que te gusta Enid? —le susurré en su oído

—Carajo —se sobresaltó— ¿Qué haces acá?

—Yo debería de hacerte esa pregunta —le sonreí

—Yo solo vi que ella trepó el muro y vine a verla

—¿Así que delatarías a alguien? —me crucé de brazos con una ceja alzada

—No, solo que como es tu amiga

—Tranquilo cowboy, sé que ella lo hace

—¿Y tú me seguiste a mi? —alzó una ceja y reí en lo bajo

—No, me encontraba por acá cuando vi que la seguías —dije como si fuera lo más normal

—¿Así que también lo haces? —se cruzó de brazos

—Te dije que yo sí se lo que pasa —volví a sonreír—. Nos vemos después, cowboy —empecé a caminar pero me detuve y lo volteé a ver—. Carl —él me volteó a ver—, deja de seguirla, de seguro ya se habrá dado cuenta de ello, es bastante inteligente. Además, haces demasiado ruido.

***

—¡Aiden! —venía junto a una chica castaña—. ¿Qué está pasando?

—A este tipo no le gusta como trabajamos —volteó a verla pero no supe que dijo

—Porque sabemos que hacer afuera —habló el otro ¿señor?. Aiden le trató de dar un puñetazo pero ese lo esquivo y golpeó a mi hermano

—¡Aiden! ¡Es suficiente! —Y así es como en menos de un minuto Rick estaba separando al otro tipo de chaleco

—Te lo mereces, Aiden. Te lo mereces —sonreí

—Préstenme mucha atención, ¿Si? —mamá habló. Carl estaba alado de mi—. Rick y su gente son parte de la comunidad —informó a todos los que estaban cerca—. Son pares, en todos sentidos. ¿Entendido? —Aiden dijo algo—. Quiero que todos entreguen sus armas —se giró y le dijo algo a Aiden y a Nicholas. Y mi hermano me volteó a ver y me sacó el dedo de en medio

—Jódete —hice la misma seña. Me quedé esperando ahí con los brazos cruzados a que todo terminara

—No te agrado, ¿No? —escuché que dijo y me di cuenta que fue hacia Enid, ella solo se fue

—Mucha suerte con ella, cowboy —empecé a caminar—. La necesitarás

—Oye —me detuve y me giré a verlo—, creo que necesitaré ese recorrido

—Bien —sonreí—. Nos vemos mañana, cowboy

MI PRIMER AMOR; ron andersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora