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Capítulo 92 - Entrenamiento para entrevistas

"¿Cómo es?" Sora dijo mientras movía sus manos de arriba abajo, lavando su espalda. Ella lo miró y notó que su espalda era bastante ancha y le dio una sensación de seguridad. Quería intentar abrazarlo por detrás y sintió cuál era la sensación.

Haru no pensaba nada en este momento, su mente era nula, había entrado en el zen, había sido iluminado por el hecho de que su hermana pequeña era la mejor. Sin embargo, su moral le impidió avanzar de manera similar a la enorme pared que protegía a la humanidad de un Titán. Sabía que este muro sería inútil cuando se encontrara con los Titanes Colosales.

"Está bien", respondió Haru con naturalidad. Realmente disfrutó este momento y quería hacerlo todos los días.

"Me alegro", dijo Sora y se lavó el cuerpo con agua. Ella limpió la tienda de burbujas de su espalda y dijo: "Ahora es mi momento, tienes que lavarme".

"¿Qué?" Su hermano pequeño comenzó a tener una reacción cuando escuchó esas palabras saliendo de su boca.

"No es justo que yo sea el único que le lavó la espalda", dijo Sora.

Haru nunca hubiera pensado que recibiría tal prueba de ella. Se preguntaba qué había hecho en su vida pasada para recibir este tipo de prueba. Sabía que Colossal Titans había venido a golpear la pared dentro de su corazón. Esperaba que el equipo de exploradores viniera lo antes posible ya que estaba en su límite. Respiró hondo y esperó a que llegara el equipo de exploración, pero fue inútil.

"Haru, date prisa", dijo Sora, claramente bastante impaciente.

Haru se despertó de su ensoñación y dijo: "Lo siento, Sora, pero cambiémoslo a otro día, tengo mucha prisa por ir a la empresa pronto". Necesitaba salir de este lugar lo antes posible.

Sora miró la parte inferior de su cuerpo que estaba cubierta por una toalla. Vio alguna reacción en la cosa entre sus dos piernas. Ella se quedó atónita cuando lo vio y eso la hizo dejar de pensar por un segundo.

Haru, que vio este momento, salió apresuradamente ya que no estaba listo para soportar las consecuencias. Sabía que necesitaba tranquilizar su mente y pensó en lo que quería hacer con ella en el futuro. Necesitaba retirarse de esta batalla o de lo contrario su impulso lo derrotaría.

Sora, que lo había visto huir, no pudo evitar sonreír. Ella podía decir que él tenía algunos sentimientos por ella, pero todavía estaba bloqueado por algo. Ella solo necesitaba destruir ese muro, 'Entonces, no hay nada que pueda detenernos ...'

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Haru salió apresuradamente de este apartamento y se movió muy rápido hacia las 'Obras de la Biblioteca de No Muertos'. Sabía que necesitaba calmarse o comenzaría a culparse a sí mismo. Fue a una tienda de conveniencia a comprar chocolate y agua mineral ya que su mente estaba hecha un lío. Era similar a Gintoki, que amaba los dulces, pero nunca había comido arroz con una pasta de frijoles rojos dulces como cobertura. Sintió que era demasiado incluso para él. Se lo pagó al cajero y vio a un joven familiar.

Haru lo vio comprando manga en el rincón de los libros en esta tienda de conveniencia. No tenía la intención de saludarlo ya que no estaba familiarizado, pero sus ojos se encontraron. Decidió sonreír y lo saludó cortésmente, "Oye, nos volvemos a encontrar".

El joven también lo recordaba de alguna manera y también hizo lo mismo, "Sí, gracias de antes".

Haru no tenía la intención de tener una conversación con él ya que tenía un poco de prisa, "No necesitas preocuparte tanto, tendré que irme ahora, adiós ..." Se detuvo y preguntó , "¿Cuál es tu nombre?" Pensó que era una especie de destino y que era mejor recordar su nombre.

"Mi nombre es Yuzuru Otonashi", dijo el joven.

"Está bien, Otononashi, mi nombre es Haruka Kasugano, adiós", dijo Haru y agitó su mano mientras lo dejaba. Sintió que había escuchado ese nombre de alguna manera, pero decidió no pensarlo demasiado.

"Haruka Kasugano," Otonashi sonrió y fue al cajero para pagar su manga. Quería ir con su hermana pequeña y tal vez contarle sobre su encuentro.

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Haru había llegado al edificio. Fue a la recepcionista y ella le dijo que fuera a los 10 pisos.

Ella le dijo que Machida lo había estado esperando.

Haru le dio las gracias y fue al ascensor para ir a los 10 pisos. No llegó tan tarde, pero era casi el momento de la capacitación para la entrevista. Abrió el bocadillo de chocolate que había comprado antes y se lo comió mientras esperaba que se abriera el ascensor.

* Tink

Haru salió del ascensor y se dirigió a la habitación que le había dicho antes. Miró a su alrededor y encontró la habitación. Entró y vio que había alguien inesperado adentro.

"Llegas tarde", Utaha lo miró con una expresión bastante molesta.

"¿Utaha? ¿Qué estás haciendo aquí?" Preguntó Haru mientras caminaba hacia ella.

"¿No te lo dijo?" Preguntó Utaha.

"¿Ella? ¿Te refieres a Machida?" Preguntó Haru.

Utaha asintió, "Por supuesto, ¿quién más?"

Haru negó con la cabeza, "No, ella no me dijo nada."

"Bueno, si ese es el caso, esperemos por ella", dijo Utaha.

Haru tomó su bocadillo y se lo ofreció, "¿Quieres un poco?"

Utaha no dijo nada pero abrió la boca.

"¿Qué estás haciendo?" Preguntó Haru de forma extraña.

"Aaaaahh", dijo Utaha con voz larga.

Haru entendió lo que quería decir con esta acción. Se preguntaba por qué ella era realmente dominante, pero al mismo tiempo, era algo lindo. Tomó un trozo de la bola de chocolate y se lo metió en la boca. Tocó sus labios por casualidad y fue bastante suave y cálido.

Utaha masticó el bocadillo lentamente mientras miraba sus dedos que se usaban para alimentarla.

Haru se sintió extraño por su mirada, pero solo se encogió de hombros mientras se comía la bola de choco.

Utaha prácticamente se sonrojó ya que ambos se habían besado indirectamente. Quería decir algo, pero alguien abrió la puerta.

"Oh, Haru, estás aquí."

Utaha y Haru miraron a alguien que habían estado esperando.

"Machida-San", dijo Haru.

Utaha no dijo nada ya que estaba molesta por ella.

Machida fingió no ver su expresión. Ella lo miró y dijo: "Utaha será tu compañero de práctica, te veo desde aquí y puedes comenzar la entrevista ahora mismo".

"¿Qué?" Haru no esperaba que Utaha fuera quien le hiciera una pregunta.

Utaha estaba mejor de humor y lo miró como un pez y estaba lista para cocinarlo en una tabla de cocina.