𝐗𝐕. 𝖼𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗊𝗎𝗂𝗇𝖼𝖾

1.2K 103 4
                                    

CAPITULO 15

COMIENZA LA BÚSQUEDA Y DESCUBRIENDO EL PASADO DE BO

Harrison no podía creer en donde se había metido, al ver por primera vez la... ¿Casa? Si se le podía llamar así, de Bo, suspiró en prácticamente una derrota. Había accedido a venir con ellas porque pensaba que vivirían en un sitio cómodo, no en una pocilga.

Todo estaba desordenado, en el sofá había restos de comida, podía sentir la presencia de alimañas, tales como ratas y cucarachas.

Siseando para sus adentros, liberó a sus familiares inmediatamente, ordenándoles que hicieran limpieza de alimañas.

Al ver las serpientes que salían del cuerpo de Harrison, las dos chicas se tensaron al máximo, exclamando sorpresa y... miedo.

- No temáis, ellos no os morderán. Están instruidos para obedecerme, son mis familiares.

- ¿Familiares? ¿Cómo qué, una madre y un padre?

- No seas tonta, señorita Kenzy.

- Kenzy... solo Kenzy. Lo de señorita me hace sentir... como si hubiera hecho algo malo.- Dijo la morena de ojos azules, mirando cautelosamente ahora por todo el piso. - ¿A dónde han ido?

- Mis familiares, no, no es como si fueran mis padres, más bien como amigos íntimos. Han ido a cumplir mi orden de mantener limpia la casa de alimañas. Tales como cucarachas y ratas.

- ¿Tenemos ratas?

- Sí. Las tenéis o las teníais, ahora que Apofis y Ningizzida se están haciendo cargo.- Contestó Harrison pasándose una mano por el pelo, mientras que avanzaba con cuidado mirando por doquier en el apartamento o casa.

La cocina, que estaba justo detrás del sofá que daba a lo que sería el salón, era un desastre con cajas de comida, cacerolas sin fregar, sartenes quemadas, vasos sucios... en fin, más que una pocilga era... no habían creado una palabra para eso todavía.

- Encantadora casa. Pero por Merlín y Morgana, ¿Cómo es posible que esté tan desordenada?

- Es culpa de Kenzy.- Acusó rápidamente ante la mirada fría que estaba recibiendo de Harrison.

Kenzy que había oído, pero estaba en el sofá, se levantó indignada para rebatir las culpas, antes de que Ningizzida pasara por su pie, haciéndola saltar otra vez en el sofá.

- Ya he dicho que no temas... bueno, ahora...- Se interrumpió al ver en el suelo unas bragas o un tanga tirado, menos mal que no estaba manchado ni nada, estaba limpio, pero no obstante en el suelo.

Recogiéndolo y examinándolo, pensó nuevamente en Irina, pero para poder rescatarla, tendría antes que descansar algo, y para poder descansar algo, antes tenía que hacer limpieza. Gracias a Morgana por los encantamientos de limpieza.

Tirando a Bo lo que serían las bragas de Kenzy, Harrison sacó su vara de su manga, siseando a las serpientes para que se reunieran nuevamente con él, pues iba a limpiar.

- ¿Qué vas a hacer con ese palo de metal?- Preguntó Bo un poco cautelosa. Trick le había contado que magos y hechiceros usaban palos de madera para hacer magia, eran conductores, dijo. Pero el palo que usaba actualmente Harrison, era de metal raro. No había visto un color tal como ese.

- Este palo de metal, es una vara. No te preocupes, no voy a mataros, solo limpiar este desastre.- Explicó, comenzando a murmurar encantamientos en dirección a la cocina.

Lo que presenciaron después Kenzy y Bo las impresionó hasta el núcleo.

La vajilla, vasos y tenedores comenzaron a moverse solos yendo al fregadero. El mismo fregadero comenzó a escupir agua. Si eso no fuera bastante, de la nada apareció jabón y estropajo, con bayetas y paños para limpiar.

Harrison PeverellWhere stories live. Discover now