¹𝗘𝗧𝗜𝗔𝗠 [𝓛𝔂𝓭𝓲𝓪 𝓜𝓪𝓻𝓽𝓲𝓷] {𝘁𝗲𝗲𝗻 𝘄𝗼𝗹𝗳}

𝗦𝗘𝗣𝗧𝗘𝗡𝗗𝗘𝗖𝗜𝗠

𝗢𝗣𝗜𝗡𝗔𝗧𝗔 𝗗𝗜𝗠𝗜𝗖𝗔𝗧𝗜𝗢

—DIECISIETE

❝Repercusiones❞

Bueno, ¿cómo empezar?

Ruby era una jodida genio, por fortuna de todos, de hecho.

Gracias a su observación temprana y la constante vigilancia, se había dado cuenta de que los tres adolescentes que se habían sacrificado comenzaban a tener consecuencias cada vez más visibles, vívidas y terroríficas.

Scott no parecía tener control sobre sí mismo y su estado lobuno aparecía en cuanto menos lo necesitaba, sin saber cómo revertir ni tampoco el por qué de su falta de control. Él no parecía tan desesperado por ayuda, se veía dispuesto a esforzarse todo lo que pudiera para estar bien, así que Ruby solamente lo observaba de lejos, atenta ante cualquier cosa.

Allison parecía haber perdido por completo la habilidad para, bueno, ser una cazadora. Se quedaba ida, mirando a la nada con las manos temblando el corazón latiendo con frenesí, aturdiendo la sensible audición de la morena cada vez que estaba cerca de ella. No sabía qué era lo que veía, pero el terror en sus ojos era evidente. Pero, así como Scott, ella también luchaba por mantener el control sobre ella, lo que hacía y lo que veía, así que la vigilaba de lejos.

Stiles... Stiles era quien, a su opinión, peor estaba. Se veía cansado, paranoico y el aroma a desesperación que soltaba era tan fuerte que Ruby también se sentía de esa manera a su alrededor. Estaba tenso, sudado y su respiración se agitaba con demasiada facilidad. Ruby notó que pasaba mucho, mucho tiempo mirando sus manos y a la vez murmurando los números del uno al diez, ella no sabía a qué se debía eso pero, tratándose de Stiles, había algo oculto que ella aún no podía descifrar. A él, a su hermano humano altamente hiperactivo y pensante en sobremanera, no lo dejó solo. Iban juntos a las clases, iban juntos ida y vuelta a la preparatoria y cuando la morena no podía estar a su lado, mantenía sus sentidos lobunos atentos hacia él.

Así supo que lo que había comenzado como un día normal de clases, terminó con tres adolescentes perdiendo sus mentes y la manada completa sentada en una de las mesas en el patio de la escuela. El debate sobre por qué pasaban esas cosas y sobre qué hacer, la morena sabía las cosas que pasaban pero no sabía qué hacer al respecto. Ninguno de los tres estaban bien, Allison, para ser una excelente tiradora, tenía el peor pulso del mundo, Scott no podía controlar su licántropo y Stiles perdía la cabeza cada vez más.

Los tres estaban perdiendo la cabeza.

¿Qué se podía decir? Eran las repercusiones de sus actos.

—Los encierran porque están dementes —respondió Isaac volviendo a atraer la atención de Ruby al ahora, rió un poco y se ganó una mirada de reproche de Stiles.

— ¿Puedes intentar ayudar, por favor?

—Pasé la mitad de mi infancia encerrado en un congelador, así que ayudar es algo completamente nuevo para mí.

—Oye...

Ruby apoyó la mejilla en sus brazos cruzados sobre la mesa, cansada de las disputas que siempre se generaban entre ambos adolescentes, en la otra punta de la mesa, Scott escondió el rostro entre sus brazos, frustrado. Lydia y Allison suspiraron y Emmalyne rió de la situación, ella se divertía con esas disputas y secretamente pensaba que se debía a algo más.