¹𝗘𝗧𝗜𝗔𝗠 [𝓛𝔂𝓭𝓲𝓪 𝓜𝓪𝓻𝓽𝓲𝓷] {𝘁𝗲𝗲𝗻 𝘄𝗼𝗹𝗳}

𝗩𝗜𝗚𝗜𝗡𝗧𝗜 𝗨𝗡𝗨𝗦

𝗜𝗡𝗙𝗜𝗥𝗠𝗜𝗧𝗔𝗧𝗜𝗕𝗨𝗦 𝗠𝗘𝗜𝗦

—VEINTIUNO

❝Debilidades❞

—Dime todo lo que sabes.

¿Cómo habían llegado al punto en donde los Alfas estaban sentados frente a frente en el comedor con una carpeta negra abierta y varios papeles esparcidos? La historia era simple y nada cómica:

Cuando Ruby y Malia habían llegado a la casa McCall, primero hubo sorpresa y después el baldazo de agua fría diciendo que las cosas estaban terriblemente arruinadas había puesto incómodo el ambiente. Malia no se había quedado mucho tiempo después de decirle a Scott lo que Morrell (la muy maldita; pensaba Ruby) le había dicho, pero la conversación no acabó allí, no llamaron a nadie porque los hermanos Alfas habían decidido tomarse un tiempo para comenzar a debatir sobre qué harían.

No era como si debatir les tomase mucho tiempo, más bien querían tener cuidado con sus próximos movimientos, y pasando de un tema a otro, a Ruby se le había escapado: "Isaac y yo también encontramos algo" cuando su hermano le había dicho que tenían una pista sobre cómo detener al Nogitsune. Entonces, luego de su metida de pata, Ruby había ido a la habitación de Isaac y sacado de algún lugar la carpeta negra que habían encontrado.

—Primero, no le digas a Emmalyne que allanamos su casa.

—Dependerá de lo que no me hayas dicho —Scott entrecerró sus ojos.

—No me hagas ese papel, tú tampoco me dijiste cosas.

—Luego lo hice.

—Porque Stiles te obligó —hizo un gesto de obviedad, ambos suspiraron—. Bien. La cosa con el Nogitsune es más compleja de lo que parece.

—Encontramos el pergamino, podremos acabar con él.

—Se nota que se esforzaron pero ¿saben cómo sacar al espíritu de Stiles para acabarlo o saben cómo acabar con el espíritu? Aunque no lo creas, hay diferencia.

—Tienes razón —asintió de acuerdo, miró las hojas de nuevo y luego observó a su hermana—, le preguntaré eso a Deaton.

— ¿Todavía no fuiste?

—Estoy aquí hablando contigo, iré luego —explicó, se acomodó mejor y miró a su hermana—. ¿Cómo afecta lo que tú sabes?

—El espíritu puede decir que no tiene debilidades, cree que es el máximo y mejor jugador en este momento, pero miente.

—Nunca confíes en un zorro, la mentira es parte de su naturaleza.

—Así es —Ruby suspiró y movió algunos papeles de la mesa tomando uno que estaba debajo de todos—. Cuando estuve encerrada con Stiles vi muchas cosas, en ese lugar hay sufrimiento, demencia y maldad pura —tragó saliva—. Casi muero.

—Ruby —Scott jadeó.

—Estaba este compañero de Stiles, no recuerdo su nombre, creímos que nos ayudaría pero no fue así, creo que también estaba siendo controlado y él intentó matarme y a Malia —guió sus dedos a la herida en su cabeza, ya había sanado pero el recuerdo del dolor...—. Intentó perforar mi cabeza, una trepanación. Iba a hacerlo, fue cuando Stiles dejó que el espíritu entrase en él. Él se sacrificó para salvarme.

Los ojos de Ruby se llenaron de lágrimas, dejó caer la hoja en la mesa y cubrió su rostro con sus manos, se sentía responsable por lo que había pasado, se sentía responsable de Stiles, de las cosas que él haría ahora que el Nogitsune tenía absoluto control, se sentía responsable de haber sido salvada, Stiles de nuevo se había sacrificado por alguien más, ella de nuevo había sido salvada por su hermano, salvada de haber tenido oscuridad en su corazón, salvada de haber asesinado a personas que no lo merecían, pero se sentía culpable. Sentía la responsabilidad de salvar a Stiles, ¿pero cómo lo haría? Apenas tenía quince años, tenía terror de conducir y lo único más importante después de la manada y los problemas con lo sobrenatural, era que sus calificaciones no fueran menores a una B+. ¿Cómo podría ella salvarlo? Tenía el paralizante miedo presente, pero quizás contando con la información que había traído de la casa de Emmalyne podría lograr algo.