CAPITULO 5

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Capítulo 5

Lexie

—¡Chase soy Angelica, sé que estás ahí! ¡Abre la puerta ya mismo si no quieres que arme un escándalo! —vuelven a tocar desesperadamente y sin ninguna explicación de su parte sé que esto no terminara nada bien.

—¡Joder! —masculla Chase llevándose las manos a la cabeza.

—Déjame ver si entiendo — comento tranquila colocándome a su lado — la chica de ahí afuera es con la que vinculan contigo ¿cierto?

Asiente.

—¿Y por qué está aquí? —pregunto.

—No lo sé, pensé que había dejado todo claro, lo último que necesito ahora es una discusión que sacará de contexto llevándola a los medios — replica recostando su cabeza en la puerta.

Me muerdo los labios llevando la vista hasta él.

—Bien — asiento — este es el plan — susurro a lo bajo — vas, saltas del balcón, cuando estés abajo abro la puerta y le digo que no estás — propongo segura de mi plan.

Él lleva la vista hasta mí mirándome con el ceño fruncido.

—¡Agradecería que tu plan no incluyera mi muerte en el! — masculla a lo bajo —¡estamos en un décimo piso acaso quieres que muera!

—¡Tienes una mejor idea! —gruño.

—¡No me iré de aquí hasta que hablemos y me des otra oportunidad Chase, por favor! ¿¡Estás con Vittoria!? ¿Es eso? —La voz tras la puerta vuelve a hacerse presente.

Con un suspiro cansado Chase se da la vuelta tomando la manilla de la puerta, cuando va a abrir lo detengo poniendo mi mano sobre la suya.

—Plan b — dispongo insegura — vas, te escondes abro la puerta le digo que no estás y no tendrá más opción que irse.

—No — vuelve a intentar abrirla y nuevamente lo detengo.

—Si — espeto — no tengo ganas de presenciar lo que claramente sucederá si tu abres esa puerta—mascullo—así que mueve el culo y escóndete — exijo — yo me encargo.

Me ve por unos segundos sin convencerse, pero al final entra no sin antes decirme que ante el menor conflicto saldrá.

Me quedo sola esperando unos segundos a que se esconda, cuando sé que ya está lo suficientemente lejos abro la puerta insegura dejándome ver la piel tostada y perfecta de Angelina.

—¡Por fin! Sabía que recapacitarías ...— su rostro se transforma por completo volviéndose uno de confusión cuando me ve — ¿Dónde está Chase? —lanza sin darme tiempo a reaccionar.

—Yo ...— pienso — no está aquí — miento descaradamente.

—Así — asiente como si comprendiera — entonces no te molestara que verifique si está o no adentro.

Sin darme tiempo a decir nada me hace a un lado adentrándose al pent-house sin previo aviso. Los tacones de sus botas altas retumban en el piso a cada paso que da junto a su coleta alta similar a las que usa Arianna grande.

Me voy detrás de ella sintiéndome algo amenazada por su aura de superioridad.

—Entonces una amiga — expone entrando a una de las recamaras.

Mi vista va hasta las paredes grises lisas, cama perfectamente ordenada y detalles que le dan más sencillez, pero a la vez belleza.

—Así es — contesto llevando la vista hasta ella que lleva su mirada hasta dentro del closet.

—¿Y por qué no te conozco? —me escanea de arriba abajo.

—¿Conoces a todas las amigas de Chase? —enarco una ceja.

—No, pero ...

—A lo mejor fue eso — la corto.

Se queda sin palabras fulminándome con la mirada.

—Continuamos — sonrío con satisfacción señalando la puerta.

No responde, solo vuelve a retumbar sus tacones. Hace lo mismo con las cinco habitaciones restantes, cocina, balcón, básicamente le hace una revisión a todo, y no puedo negarme ya que si lo hago sospechara. Por último, examina los baños, me empiezo a relajar cuando abre la puerta del último baño, con esto estaría lista y yo tranquila.

Me recuesto de la puerta con una sonrisa forzada una vez no queda nada más que ver.

—Aush — susurran a mis espaldas haciendo que me sobresalte apartándome de la puerta.

—¿Qué fue eso? —pregunta volteando a verme.

—Ehmm...— pienso — me lastime un dedo — miento — pero no es nada — oculto la mano quitándole importancia.

—Bien — asiente creyéndose la mentira — entonces era verdad — suspira — Chase no está aquí.

—Te lo dije ...

—Lo que no entiendo es porque te dejo sola aquí, el Chase que yo conozco nunca haría algo así a menos que seas más que una amiga.

—No, créeme solo somos amigos.

Por alguna razón el hecho de saber que nos está escuchando me pone aún más nerviosa.

—Pareces una buena chica sabes, no dejes que te haga lo que me está haciendo a mí, es un imbécil ...

—Espera — suelto una risa sarcástica — me dijiste que habían cortado ¿no?

—Si.

—¿Y por qué es un imbécil? Por no darte otra oportunidad.

—¡Lo quiero! — espeta — no puede dejarme así por así.

—¡Claro que puede! es lo que hacen las personas cuando ya no sienten nada — espeto — vienes aquí, luego de amenazar con hacer un escándalo si no te abría la puerta—recalco— cuando la abro entras sin mi consentimiento, invades su privacidad como si tuvieras algún derecho sobre él, y ahora intentas manipularme para que me aleje, y aun así me dices que es un imbécil por el simple hecho de ya no querer estar contigo.

Se queda callada cruzándose de brazos — no sé porque pierdo mi tiempo hablando contigo — me ve con desprecio — es obvio que Chase no estaría con alguien como tú — suelta.

Sin decir nada más me cruza por el lado abruptamente, la sigo hasta que llega a la puerta de salida.

—Buenas noches — ironizo cerrándole la puerta en la cara.

Tomo una respiración profunda recostando mi frente en la puerta unos segundos después siento la presencia de alguien detrás de mí.

—Me voy a casa — informo sin verlo.

—Bien — sopesa detrás de mí.

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora