CAPITULO 23

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Capítulo 23

Lexie

Nunca me había sumido en un silencio tan pesado, cargado de preguntas, inquietudes, nerviosismo...no hasta ahora. No fui capaz de decirle todo a Chase en ese lugar, sabía que lo último que quería sería verme a los ojos, debería traerme pasar tiempo con la persona que lo engaño por tantos meses, que lo lastimó. Iría a su apartamento y le diría la verdad.

El camino fue silencioso, los brazos de Chase sostenían el volante fuertemente, casi anochecía, pero eso no lo detuvo de conducir como un loco por la carretera, nunca lo había visto conducir tan rápido.

Llegamos a su apartamento en la mitad del tiempo, sin decir nada se bajó del auto y con fuerza cerró la puerta y entró sin esperarme. Cerré los ojos fuertemente por el impacto y también salí, entre a la gris recepción del apartamento que había rentado, caminé hasta llegar al elevador donde me esperaba, con las manos en sus bolsillos. Entre y presione el botón del sexto piso. Lo vi de reojo revolver su pelo ligeramente sin quitar su vista del frente. Cuando las puertas se abrieron caminamos uno del lado del otro, llegamos a su puerta y entramos a su departamento perfectamente ordenado. Chase era una de las personas más cuidadosas que había conocido, su lugar estaba en perfecto estado.

—¿A dónde vas? —preguntó cuando veo sus intenciones de entrar a su recámara.

—A dormir— contesta sin enfrentarme.

—Pensé que habíamos venido a hablar — digo con voz confusa.

—Te hare las cosas más fáciles — voltea a verme con el rostro hecho una ira — quieres terminar bien, no hagamos esta mierda de no eres tú soy yo porque no lo tolerare — hace una pausa lenta— cuando salgas cierra la puerta — dice con voz pesada.

—No ...— digo negando lentamente.

La mirada tan intensa que tenía hace unos segundos la cambia por una más seria y formal.

—¿No quieres?— dice acercándose. Sus pupilas están demasiadas dilatadas.

—No es eso—niego.

—¿Entonces?

—Es complicado — suspiro.

—Que puede ser más complicado que eso — me ve con intriga.

—Ya te dije que es complicado — me limito a contestar.

Con una mirada fría se da la vuelta y camina por el pasillo. Lo pienso unos segundos antes de seguirlo. Entra a su recamara y hago lo mismo.

Chase se detiene justo frente a la ventana con una vista hermosa a Seattle antes de hacerme una pregunta que me deja helada.

—¿Me amas? —pregunta con una voz extremadamente opaca.

—Porque me preguntas eso — cuestiono mirando su espalda.

—Por es tan difícil para ti contestar — de una vez me enfrenta dejándome ver sus ojos grises mirándome con intriga.

—No lo es — trago grueso sin ser capaz de hacer contacto visual.

—Entonces — se acerca y me toma de la mandíbula suave haciendo que nuestras miradas se encuentren — ¿Lo haces? —pregunta con ilusión. El brillo en sus ojos vuelve.

Nos sumimos en un silencio pesado, lo único que se escucha además de nuestras respiraciones era el sonido del viento. El sí quería salir por mi garganta. Quería decirle que lo amo más que a mí misma. Quería complacer al chico que me ha causado este torbellino de emociones, decirle la verdad. Que lo amaba, que nunca debía dudarlo. Pero allí, en ese momento, justo frente a los ojos que solo me han brindado sinceridad me atropello la culpa de una manera espantosa.

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora