¿𝑱𝒆𝒇𝒆 𝑶 𝑬𝒔𝒑𝒐𝒔𝒐?

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Llegue a ser tan idiota que, en mi pasado me trataron mal, me refugie en tus brazos creyendo que jamás me harías daño, que nunca me harías algo igual. Sin embargo, terminaste haciendo algo peor.

Te entregué la desnudez de mi alma y la hiciste mierda, te entregué mi corazón haciéndolo pedazos, te di mi cuerpo, haciéndome dudar de él, hiriendo con palabras y falsas caricias.

Narra Jade

Los últimos días me ha visito una psicóloga, quien en realidad se ha vuelto más amiga mía. En cada terapia Kaleb me acompaña, para mí, el tener presente a mi pequeño me da las fuerzas suficientes para continuar.

Las terapias me han ayudado tanto, no solo en el desahogo emocional, aprendí que no todo es tan malo, el que Ray este alejado de mí ha sido de ayuda, las cosas no hubiesen tomado el significado que tienen ahora.

Comprendí que cada uno debe seguir sus caminos, si nuestras vidas están destinadas a estar juntos, existirán más de una coincidencia. Mis mejores han sido de manera privada, los medios no saben nada al respecto, las chicas se han encargado de mantener lo más íntimo.

Simplemente saben que ocurrió un accidente por culpa de un conductor ebrio, Ray continúa la gira solo por cuestión de reposo para mí. Tratamos de continuar la farsa, al final tengo un contrato por cumplir.

Tasha o alguien de las chicas se encarga de postear viejas fotos que teníamos, para evitar levantar sospechas, post donde digan lo mucho que nos extrañamos.

Esta mañana el sol ha salido de una manera tan hermosa, el cielo tiene ese característico color azul. Por fin decidí salir de mi cueva junto a Kaleb, debo comprender que también tiene necesidades, con esfuerzo me levanto de la cama viendo como de inmediato reacciona quitando las cosas tiradas del suelo, acerca mis sandalias a mis pies empujando con su nariz hasta hacerlo chocar con la punta de mis dedos.

- Gracias cielo - agradezco a mi pequeño con una sonrisa - saldremos un rato al muelle - le comento mientras me pongo las sandalias.

- Jade - alguien llama a la puerta - ¿Sigues dormida? - pregunta Dea detrás de la puerta.

- Estoy despierta - respondo - adelante - le permito el acceso a mi habitación, viendo como la perilla se mueve abriendo la puerta.

- Oye mami - se acerca a mí - no puedo retrasarme más - me mira apenada - debo acompañar a las chicas en la gira - toma mi mano acariciando levemente.

- Lo entiendo - la miró comprensiva - estaré bien - aseguro levantando me de la cama - ya me encuentro mucho mejor y estaré bien - le regaló una pequeña sonrisa al ver qué me mira con los ojos llenos de lágrimas - ¿Qué sucede? - pregunto confundida.

- Es hermoso verte sonreír demasiado - me abraza mientras sorbe su nariz - cielo, estás avanzando a pasito de tortuga, pero, lo estás haciendo - limpia sus lágrimas.

- Me estoy esforzando - murmuró tímida - aún estoy aceptando todo - se separa de mí.

- Eres valiente cariño - suelta un suspiro al ver qué Nicki la espera en el marco de la puerta - debo irme.

- Es hora amor - anuncia Nicki viéndonos con una sonrisa - veo que la nena mexicana estaba por salir - me guiña el ojo al ver qué estoy vestida con algo más que no sea mi pijama.