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Hoy, mi corazón volvió a latir como la primera vez que estuve en tus brazos. Mi alma se sintió viva, recordando cuál es tu lugar en mi vida.

Narra Jade

Esa mañana desperté cuando el doctor en turno llegó para revisar a Ray, la enfermera suministraba el medicamento aún con Ray dormido.

Observo sentada en el sofá dejando que el personal médico haga lo suyo, el doctor me indica que Ray estará mejor en los próximos días. Nomar entra a la habitación con cuidado de no despertar a Ray.

— Hola cuñada, buen día — saluda en voz baja con una pequeña sonrisa.

— Hola Nomar, buen día — respondo de la misma manera.

— Ve a casa para que descanses, yo me quedaré con él — me levanto del sofá con mis cosas para irme.

— Llama si necesitas algo, iré a ducharme y comer algo.

— No te preocupes, te mantendré al tanto — asiento dejando un beso en su mejilla.

— Volveré por la tarde — me acerco a Ray dejando un beso en la punta de su nariz yendo hasta la puerta — suerte — me despido saliendo de la habitación.

°°°

Regreso a la clínica por la noche para hacer las guardias nocturnas y evitar que mis suegros o cuñados duerman incómodos aquí.

Entro a la habitación viendo las luces encendidas, Ray cena de manera tranquila viendo televisión.

— Hola — Llamo su atención dejando mi bolso en el sofá junto a unas frazadas.

— Hola loca — saluda viéndome con una sonrisa — creí que no volverías.

— Fui a ducharme, comer un poco y arreglar un poco de papeleo — se hace un lado dejando un espacio para mí en la camilla.

— Eso suena interesante — responde comiéndose la gelatina.

— ¿Cómo te sientes? — pregunto sentándome junto a él — el doctor me dijo que estás recuperándote muy rápido — lo felicito recostando mi cabeza en su hombro.

— Estoy mejor, la pierna no duele mucho como al principio — deja un lado los platos vacíos haciendo un lado la mesa.

— ¿Te llenaste? — pregunto al ver qué se recuesta conmigo.

— La comida sabe fea — se queja — me obligaron a comer — murmura  malhumorado.

— Traigo unas fresas en mi bolso — susurro viéndolo.

— ¿Traes chocolate? — pregunta en un susurro al cual asiento.

— Un poco de Nutella — murmuró bajando me de la camilla para ir a mi bolso.

— Eso suena y sabe delicioso — saborea la oración viéndome como un niño pequeño cuando le entrego el pequeño Topper con un pote pequeño de Nutella.

— Se cuidadoso y sigiloso — advierto agarrando una fresa — no quiero que nos regañen.

— No pasará — muerde una fresa haciendo una mueca de placer — esto sabe más rico que la comida sin sal de aquí.

¿𝑱𝒆𝒇𝒆 𝑶 𝑬𝒔𝒑𝒐𝒔𝒐? Where stories live. Discover now