Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Discurso De Bodas
—No puedo creer que viviera para ver esto —dijo Sirius sentado en su mesa junto a sus amigos. El pelinegro tenía su vista en la pareja recién casados que hablaban con el matrimonio Shaw.
—¿Ver a tu hermano casarse? —cuestión Remus viéndolo. Sirius regresó su vista a su amigo castaño.
—No sólo eso, casarse con una Potter —sonrió—, si mi abuelo estuviera vivo, le vuelve a dar un infarto —rio divertido para después soltar un suspiro—. Quizás a Alphard le hubiera gustado estar aquí —dijo con algo de tristeza.
—Por lo menos se fue sabiendo que su sobrino dejó el mal camino —le animo James poniendo una mano sobre el hombro de su amigo.
—Tienes razón. —Se quedaron callados escuchando la música, hasta que frente a su mesa pasó Monse, saludándolos, pero viendo especialmente a Remus, quien le sonrió de lado. James y Sirius compartieron una mirada y pelinegro volvió a hablar—. Muy bien, Lunático —el mencionado desvío su vista de la morena para ver a sus amigos— ¿Qué se traen tu y la pequeña Caster?
—Sí, no nos has dicho nada, y eso no se vale, Lunático —añadió James tomando su cerveza para darle un sorbo—. Suelta la sopa.
—Si les he dicho, Monse y yo solo somos amigos, es agradable platicar con ella —comenzó a decir Remus, pero James y Sirius notaron un pequeño brillo en sus ojos—, es casi como hablar con Lily.
—Ajá, a otro perro con ese hueso, Lunático —dijo Sirius recargándose sobre la mesa para estar más cercas de su amigo—. A ti te gusta y no lo puedes negar.
—Canuto tiene razón. No te hemos visto así desde Dorcas —añadió James recordando a su amiga, realmente había sido un golpe duro para todos haberla perdido, pero lo fue más para Remus—. Mira amigo, no está mal que sientas algo por alguien más, ya pasaron casi cinco años, apuesto que a Dorcas le hubiera gustado verte feliz con alguien más, que no te quedes solo, y si tienes una oportunidad con Monse, no la desaproveches.
Remus alzó la vista para ver a la morena que reía con Emmily y Helen.
—Quizás, pero no podría estar con ella —el castaño regresó su vista a sus amigos— Ustedes más que nadie saben lo importante que es su apellido, yo no...
—Remus, deja de decir estupideces —le cortó James—, conozco a todos ellos, no tanto, pero lo hago, y ustedes también los han conocido en este tiempo y se han dado cuenta que no son como los demás sangre puras de aquí y apuesto que a Monse no le importa si eres un mestizo ni nada.