Capítulo 34: OCEANOS

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~ Oceanos ~


Un día como hoy, hace un año, una persona muy especial para mi perdió la vida en un accidente.

Fue muy doloroso para mi...pero hasta ahora con la ayuda de Dios he logrado salir adelante.

No ha sido fácil, pero tampoco imposible.

Tu Voz me llama a las aguas, donde mis pies pueden fallar.

Me vestí rápidamente, hoy iría a un lugar, necesitaba dejar todo atrás.

Luego de arreglarme bajé a desayunar, saludé a mi familia que ya estaba en la mesa del comedor.

Minutos después me despedí de ellos y salí de mi casa.

En eso el recuerdo de aquel día en el que estaba parada frente al mar se hizo presente en mi mente:
Ese día que escuché aquella voz que dijo:

— Camina hacia las aguas

Ahí te encuentro en lo incierto, caminare sobre el mar.

Mientras conducía, los recuerdos de mi vida llegaron a mi mente como una película.

Recordé el día en el que llegué a vivir hasta este lugar.

El día en el que me asaltaron y Josh apareció para ayudarme.
Sonrei ante este recuerdo, una manera extraña en la que nos conocimos.

La discusión que tuve con mis padres por que me prohibieron salir.

Ese día que comprendí que Dios nunca falla, sus planes son perfectos...

A tu nombre clamare, en ti mis ojos fijaré.

El día en el que los problemas entre mis padres iniciaron, las discusiones constantes cada día.

El día que papá se fue de casa...mamá lloraba, yo intentaba ser fuerte, Saray decepcionada.

En tempestad descansaré en tu poder, pues tuyo soy hasta el final.

Aquel momento cuando nos enteramos que mi hermana estaba enferma y a punto de morir.

No sabíamos que hacer, solo clamamos a Dios por su vida.

Pero lo paso lo peor, ella murió dejando un vacío inmenso en nuestros corazones.

Recuerdo que en ese día le reclamé a Dios por no haberla sanado, y las palabras que Josh me dijo: no lo cuestiones.

En ese instante entendí que Mi pequeña hermana habia partido con Dios a un lugar mejor.

Tu Gracia abunda en la tormenta, tu mano Dios me guiará.

Mi mente viajó hasta aquel día en el que mi prima Miranda llegó a visitarnos, nuestra reconciliación, nuestras conversaciones, las tardes de películas que teníamos.

EN MEDIO DE LA TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora