Capítulo 35: DIOS DE LO IMPOSIBLE

75 20 26
                                    

|°•°•°•°•°•°•°•°•°|

~ Dios, Tu y yo: Amor eterno ~

3 años después...

Hace unos meses me gradué de la universidad y obtuve mi título como psicóloga.

Estoy agradecida con Dios por haberme ayudado a sacar adelante mi carrera, si no hubiera sido por él, quizás me hubiera rendido antes de terminar.

Durante estos años que han transcurrido Dios se ha encargado de trabajar en mi vida.

Las heridas ya han sanado, el dolor se ha esfumado.

— Denisse tienes que apresurarte o llegarás tarde a la iglesia — Miranda entro en mi habitación.

— Si, ya solo me falta ponerme el vestido

— okey te ayudaré — se acercó y me ayudo a vestirme.

— Te ves hermosa — dijo mirándome de pies a cabeza.

— Gracias

Me pare frente al espejo y observe mi reflejo.

Llevaba puesto un vestido blanco de novia con mangas de encaje. En la parte de la cintura tenía pequeñas flores plateadas.

Mi cabello caía a cascada sobre mis hombros. El velo estaba ajustado a mi pelo con un hermoso broche de mariposa plateado.

En mi cuello colgaba el collar de Luna.

Estaba tan feliz de que este día llegara.

Iba a casarme...

— ¿ya estás lista? — mi madre entró a la habitación.

— si

— te ves perfecta

— Te quiero mami

— y yo a ti

Minutos después me encontraba bajando los escalones hasta la sala donde mi papá estaba esperándonos.

— Mi princesa te ves hermosa

— Gracias papá — nos dimos un abrazo.

— Bueno es hora de irnos, tu futuro esposo te espera — dijo mi madre mientras tomaba su bolso y comenzaba a caminar hacia la puerta de entrada.

Salimos y nos subimos al auto negro adornado con un ramo de flores blancas en la parte de enfrente y atrás.

No podía creer que fuera a casarme, nunca me hubiera imaginado que fuera con él, solo éramos amigos y en esa amistad surgió algo más fuerte.

Mientras mi padre conducía Mamá, Miranda y yo íbamos conversando, recordando viejos tiempos.

Ahora tenía que dejar mi hogar atrás y comenzar uno de nuevo, junto a mi futuro esposo.

Más tarde ya nos encontrábamos frente a la iglesia.

Miranda se adelantó ya que ella sería mi dama de honor.

EN MEDIO DE LA TORMENTA Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora