CAPÍTULO DOS

71K 6K 5.2K
                                    

ES MÁS QUE UN SUEÑO





La película trata de una chica embarazada: una noche de locura y boom.

Embarazo.

Si, si, sé lo que está pasando, porque yo también creí que podía llegar a estar embarazada, pero no cariño, por lo general los anticonceptivos funcionan bien, es decir, sé que mi suerte es una mierda, pero estoy bastante segura de que embarazada no estoy y llevo tomando anticonceptivos hace años, sin saltarme una sola pastilla.

Que putada sería esa, ¿verdad? Embarazarme de ese cretino que se fue quien sabe donde.

Va, si se donde, con su ex, que de seguro es una arpía.

Dios, la odio..., bueno, no, no a ella, es decir, un poco si, debo odiarla, ¿no es así? Ella tiene al que creí que era mi hombre, pero a quien más odio es a «el que no debe ser nombrado».

Sacudo la cabeza, intentando concentrarme en la película, pero por más que lo intento no estoy pudiendo, por lo que termino removiéndome incómoda en la cama.

En realidad el problema no es que esté pensando en Voldemort, el problema es que estoy cachonda.

Lo sé, lo sé, no debería estar sintiéndome de este modo por un amigo, pero créeme, si tuvieras a un hombre como Mika al lado, te cachondearías también.

Que este hombre no es de este planeta les digo, en verdad, que parece transpirar sexo.

Y yo, yo tengo ganas de follar, que le había tomado el gustito, ¿saben? No es fácil para mi este duelo autoimpuesto luego de una no relación fallida.

Y como estoy aburrida y suelo pasarme de pendeja cuando lo estoy, comienzo a hacer cosas raras, como por ejemplo tratar de acercarme más a Mika, de manera distraída, como si ni siquiera me diera cuenta de que estoy ladeando el cuello para oler más su perfume.

Uff..., y que perfume.

Simulo como que estoy tronando mi cuello y termino poco a poco apoyándolo en su hombro. Mika es mucho más grande que yo, es por eso que termino quedando en una posición un poco rara, ¿pero saben que es lo que hace él? Lejos de mi raro intento de coqueteo, envuelve su brazo alrededor de mis hombros, acercándome a su cálido costado.

«Oh Dios, iré al infierno por esto» pienso. «Que Mika es tu amigo, joder»

Los dedos de Mika, para mi total consternación, comienzan a pasearse por mi brazo lentamente, arrastrando las uñas por mi piel y haciendo que esta se erice.

¿Es que este pedazo de hombre no se da cuenta de lo que me está haciendo? ¿No sabe que a mi cuerpo no le importa un carajo que le gusten los hombres? Demonios, que mis hormonas empezaron a bailar la macarena en mi vientre, el cosquilleo de anticipo recorriéndome el cuerpo entero.

«Hormonas, quietas» me digo para mis adentros, pero no, las descaradas quieren acción.

«Vale, tocaremos solo un poco» me digo para mis adentros.

Comienzo a jugar con las bolitas de mi pantalón pijama viejo, estirando el dedo meñique para tocar su pantalón un poco, solo un poco de pierna, como amigos.

Mi cabeza está ahora apoyada en su pecho, Mika tiene la parte superior de su cuerpo apoyado en la pared detrás de mi cama y las piernas estiradas por encima de la colcha, sus caros zapatos de vestir están tirados por algún lado de la habitación y unos finos calcetines negros asoman por debajo del ajustado pantalón de jean.

Y..., ¿les cuento un secretito? Mika tiene los pies grandes, pero grandes como, enormes.

¿Si sabes lo que quiero decir?

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Where stories live. Discover now