Capítulo 15 - Luke

12 5 4
                                    

Estar en la cama con Emily, acariciándonos, es todo lo que deseaba. Amo sentir cómo se estremece bajo mi tacto, cómo contiene la respiración cuando mis dedos exploran terreno peligroso. Un terreno que, anoche, no le importaba en exceso que explorara. Más bien me lo imploraba.

―¿Qué piensas? ―pregunta.

―Pienso que eres preciosa ―beso la palma de su mano, que se encuentra en mi mejilla derecha―. Pienso que nunca debí alejarme de ti ―continúo atrayéndola por la cintura hacia mí, quedando prácticamente pegados―. Pienso que quiero que estés a mi lado siempre ―rozo la punta de su nariz con la mía, provocando una sonrisa en ella.

―Esto parece irreal ―susurra.

―Pues es real, Ems. Tan real como que Ashton anoche se acostó con una mujer y su novio.

―Espera, ¿qué? ―grita incorporándose―. ¿Desde cuándo le gustan los hombres?

―Creo que desde anoche. O quizá no le gusten y sólo quisiera experimentar. La chica era guapísima, igual le pudo más eso que otra cosa.

―No me dijo nada. ¡Y yo tampoco me di cuenta anoche! Siempre me pierdo las mejores cosas.

―Auch, eso ha dolido ―finjo disgusto ante sus palabras, pero ella sabe que estoy bromeando.

―Perdóname, L. Deja que lo arregle ―su beso me toma por sorpresa, especialmente porque anoche se mostró bastante tímida conmigo. Juro por lo más sagrado que tuve que controlarme más de lo que nunca imaginé. No quería asustarla ni hacerle daño, pero me ponía tanto que, por mí, lo de anoche habría sido muy diferente. Aunque también me gustó la manera en la que fue.

―Si continúas así ―digo separando nuestros labios levemente―, me costará comportarme como un caballero.

―No quiero que seas un caballero ahora mismo, súper estrella.

―Em...

―Ni Em, ni leches ―me empuja hasta que mi espalda está totalmente pegada al colchón y se sube sobre mí―. Siempre tuvimos una amistad muy fuerte, y adoro que respetes eso, pero necesito que dejes de tratarme como si fuera el ser más frágil del universo. A ver si te piensas que eres el único que ha tenido una vida sexualmente activa estos años.

Eso me ha dolido, pero no puedo quejarme, no cuando tiene toda la razón del mundo.

―No lo pienso, pero tampoco me apetece pensar lo contrario.

―Entonces no pensemos ―susurra antes de besarme.

Besar a Emily es transportarse a otro planeta. Amo jugar con su lengua mientras mi mano va deslizándose hasta sus glúteos, donde aprieto levemente, provocando que Emily ahogue un jadeo en mi boca.

De manera rápida, casi sin darnos cuenta, nuestra ropa desaparece de nuestros cuerpos. Giro a Emily para que quede bajo mi cuerpo y saboreo uno de sus pezones mientras mi mano endurece el otro.

Voy a pasar mi boca a su otro pecho, pero Emily agarra mi cara entre sus manos y me acerca a sus labios, devorando mi boca con ellos.

Sin despegar nuestras bocas, mi mano derecha baja hasta su sexo para darle placer.

―Dios, Emily ―digo cuanto noto lo húmeda que está.

Los gemidos de Emily comienzan a llenar la habitación en cuanto introduzco un dedo en ella, con mi pulgar masajeando su clítoris al mismo tiempo. Decido meter otro dedo más, pues está más que preparada.

―Luke, por favor, te necesito a ti ―suplica mirándome con deseo.

―Tengo que buscar condones, preciosa ―dejo un beso en sus labios y me levanto, provocando el disgusto de Emily al retirar mi mano de ella.

En cuanto encuentro la protección, me deshago del envoltorio rápidamente y coloco el preservativo en mi ya erecto pene.

Vuelvo a la cama con Emily y, en medio de un caliente beso, me fundo en ella. Salgo y entro cada vez más rápido, con las piernas de Emily rodeando mi cintura.

―Más, Luke. Más rápido.

Le doy lo que pide y la beso con ganas al mismo tiempo. Juro que podría besarla durante horas, pero aún así, separo mis labios de los suyos para dejar besos húmedos en su cuello.

―Mierda ―gruño―, voy a llegar, Em.

―Yo también ―gime ella en respuesta.

Tras varias embestidas, Emily tiembla bajo mi cuerpo y yo termino con apenas dos movimientos más.

Me dejo caer sobre ella apoyándome en mis brazos para no aplastarla.

―Me encantas ―susurro depositando un beso en su suave mejilla.

―Recuérdame por qué tardamos tanto en hacer esto ―pide con los ojos cerrados.

―Porque soy un idiota ―una sonrisa se forma en su cara.

―No lo seas nunca más ―dice abriendo sus ojos.

Tras dejar un casto beso en sus labios, salgo de ella y tiro el condón a la papelera metálica que hay en mi cuarto.

Vuelvo a ella para acomodarme a su lado, aunque es Emily quien apoya su cabeza en mi pecho y pasa una de sus piernas desnudas sobre mí.

―Descansa, pequeña ―susurro mientras dejo caricias en su muslo.

Pronto Emily cae dormida, y yo estoy a punto, hasta que mi teléfono me notifica un mensaje.

David: ábreme la puerta, cabrón. Te he traído una sorpresita.


--------------------

Holiiiii. Nuevo cap. Se viene drama en los siguientes capítulos, pero drama=recta final.

Si alguien llega hasta aquí, gracias. <3

Mírame A Los OjosWhere stories live. Discover now