Capitulo 26.

459 47 5
                                    

Hades: ¿Qué haces aquí?

Perséfone: solo vine de visita.-solo sonríe mientras da unos pasos para quedarse en frente del dios.-ahora me tengo que ir pero volveré.-ahora su mirada se encuentra con la mía.-fue un gusto.

Yo: igualmente señorita Perséfone.

Solo tomo un minuto para estar solos, me siento nuevamente, agarrando mí tasa para ignorar la presencia del antorcha con patas, no quería hablar y tampoco quería estar con él, apostaba que diría algo de lo que pasó antes de que los problemas con Ares se hubieran presentado.

Hades: tenemos que hablar.-ruedo los ojos con fastidio, siento su presencia a mí lado, parado como estatua.-Maléfica.

Yo: no hay nada de que hablar.-lo miro con el ceño fruncido y alejo la tasa.-ya no hay problemas en común y solo debemos enfocarnos en nuestra hija.

Hades: sabes que tenemos mucho de que hablar.-se sienta a mí lado, acercándose un poco más con la silla.-sobre nosotros. Maldición, sabes que no soy bueno en esto pero quiero intentarlo por ti, así que escúchame.

Suspiro, cruzando los brazos y miro otro lado. Sabía que lo intentaba, lo sé pero es difícil, aceptar esto cuando en el pasado no funcionó, ya no sé si mí corazón podrá soportarlo. Lo miro y asiento, lo único que puedo hacer es escucharlo.

Hades: te amo Maléfica.-fue un gran golpe, no creí que diría esas palabras que hace mucho olvidaba como sonaba en su voz.-te he amado por tantos años. Fui un idiota, lo sé, ambos nos dijimos cosas hirientes, el enojo nos cegó y por eso no te culpo, debí decirte sobre Perséfone pero tenía miedo, miedo de perderte.

Yo: tu sabías de mí pasado.

Hades: lo sé.

Yo: te dije lo que pasaría si esto terminaba mal.

Hades: lo sé.

Baja la mirada, hago una mueca, acomodando mis manos sobre mis piernas y muerdo mis labios unos minutos. Se nota que está arrepentido pero no puedo confiar y arriesgarme a que vuelva a lastimarme.

Yo: si te diera una oportunidad, ¿Cómo sabría que no volverás a lastimarme?

Hades: por que estoy haciendo las cosas bien.-queria agarrar mí mano pero lo aparto a tiempo, asiente como sabiendo el motivo de la acción.-solo déjame demostrarte que he cambiado. Pasamos cosas peores para llegar aquí.

Yo: déjame pensarlo, dame un tiempo.-veo su sonrisa, esa sonrisa sincera, hace que me intrigue un poco.-¿Y esa cara?

Hades: nada, solo...-se recuesta en su asiento, poniendo las manos en los bolsillos de su pantalón, mirando el paisaje.-me gusta esta tranquilidad, no me acuerdo cuando fue la última vez que sentía esta paz.

Hago un gesto afirmativo, no muy convencida por sus palabras pero no pensaba obligarlo a que me diga. Agarro la tetera y me sirvo un poco, lo invito pero niega mientras se levanta, al menos podré disfrutar un momento de soledad.

Iba a despedirme pero al voltear al verlo, me da un pequeño beso en mí mejilla, sintiendo mí rostro arder unos segundos. Quería hechizarlo pero el muy cobarde ya se fue a través de un portal, que gallina.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Mal: así que ese es el resumen de lo que te pasó desde la última visita, ¿Verdad?

Asiento mientras agarro un pastelito que me extendió. Al final decidí visitar a mi hija ya que hace un tiempo no lo hacía, por eso nos encontramos en el jardín trasero de su hogar, tomando una merienda, el lugar es hermoso pero mí reino es mejor.

Mal: tienes más aventuras que yo madre.-sonrie mientras vuelve a sentarse, sirviendo el te.-¿Volverás con papá?

Yo: no quiero pensar nada que relacione a tu padre.-no pude evitar hacer una mueca de disgusto antes de agarrar la tasa.-vine para olvidarme un tiempo de él.

Mal: ¿Pero no dijiste que tenías que darle una respuesta?-agarra un pedazo de pastel de chocolate.-¿O no piensas hacerlo pronto?

Yo: ¿Cómo terminé de hablar mi vida amorosa contigo?

Mal: de la misma forma que me enteré que tuviste un romance con el padre de la reina Aurora.-niega con la cabeza, bajando la mirada, susurrando lo siguiente.-el mundo si que es pequeño.

Yo: el mundo es cruel, tratando de traer el pasado una y otra vez.-tomo un sorbo y así no decir algo que pueda incomodar más el ambiente.-mejor cuéntame de tu vida, ¿Cómo vas con tu pareja?

Mal: bien, todavía sigue trabajando duro ya que falta poco para las fiestas.-levanto una ceja por lo dicho, no sabía de qué fiestas hablaba.-oh cierto. Mamá, aquí hacen fiestas como Navidad y año nuevo.

Yo: así que esas fechas se acercan.

Mal: ¿Y estuviste en alguna?

Yo: no me interesaba en mí tiempo de juventud. Un día aurora fue quien me informó pero nunca lo festeje ya que me enviaron a la isla.

Mal: ¡Ya sé!-me sobresalto un poco por su repentina reacción.-festejaras conmigo, sería nuestro primer navidad juntas.

Yo: no lo sé, Mal.-queria negarme pero veo sus ojos ese brillo, sabía que estaba emocionada y no quería que se sintiera mal, ya suficiente que arruiné su infancia.-bien, podría asistir.

Mal: genial.-toma un sorbo de su bebida, cruzando las piernas.-¿Y dónde está tu cuervo?

Yo: se llama Diaval.

Mal: okay.-ruedo los ojos, bufando.-pero, ¿Qué hace de su vida?

Yo: una larga historia.

Mal: tenemos toda la tarde.

Solo sonrío, comenzando a narrar la historia, no me molesta sacar temas de otras personas, mientras pueda ser un ambiente agradable con Mal, está bien, quiero que sepa que nuestra relación tiene arreglo, que tenemos una oportunidad de sentir amor de madre e hija como lo tuve con Aurora.

Aunque Hades es otro caso para sentir amor por él.

Continuará...

¿𝘛𝘶 𝘮𝘦 𝘥𝘢𝘳á𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻? ||Hades x Maléfica||Where stories live. Discover now