POV MARÍA:
Llevaba enamorada de Natalia alrededor de dos años, nunca antes lo había intentado con ella por motivos obvios, nunca me ha gustado eso de romper parejas. Decir que estaba enamorada de Natalia era quedarse corta, y a pesar de saber que ella no lo estaba de mí, seguía intentándolo, me conformaba con los restos que me daba. Sabía que Natalia no estaba enamorada de mi por muchas razones. No me miraba de la misma forma en la que miraba a Alba, a veces cuando nos acostábamos gemía su nombre sin darse cuenta, no se desvivía por mi, seguía llorándola en silencio y dejó de decirme te quiero cuando lo nuestro empezó a tomar otros carices. Tampoco era que creyese que no me quisiera ni un poquito, pero sabía perfectamente por qué estaba conmigo, y era simple y llanamente porque era su salvavidas. Se sentía en una balsa de protección y bienestar cuando estaba conmigo, yo le había lanzado el flotador y ella lo cogió aferrandose cual persona que no sabe nadar. Pero tenía mas que claro que en cuanto llegara a tierra firme soltaría el flotador y lo nuestro dejaría de existir. De todas formas iba a disfrutar del tiempo que me regalase.
No pensaba luchar para meterme en su corazón contra alguien a quien jamás iba a derrotar, no iba a reclamar algo que jamás iba a tener, su amor. Su amor ya tenía nombre y apellidos, y no eran los míos. Aún así no soportaba verla derramar lágrimas por ella, no porque fuera ella, sino porque no soportaba ver a Natalia llorar, era algo superior a mis fuerzas. Tenía claro que costase lo que costase iba a volver a sacar a flote a la chica risueña que realmente era, y poco a poco lo fui consiguiendo.
Habíamos compartido tantos momentos... Aún recuerdo nuestro primer beso y se me eriza la piel. Recuerdo los nervios que sentí en aquel momento cuando miré su boca y ella lo notó, cuando saqué coraje y me lancé atrapando sus labios entre los míos, recibiendo una respuesta positiva por su parte que no esperaba. Sonreí recordando ese momento, aún no me podía creer que me estuviera pasando esto. Sabía cuando había sido nuestro primer beso, pero no sabía cuándo iba a ser el último, aunque tenía claro que no iba a ser mucho después de llegar a España. Sino era antes.
POV ALBA:
Estaba destrozada, llevaba dos días sin salir de casa. Había sido un jarro de agua fría enterarme de que Natalia tenía pareja, no me lo esperaba, y mucho menos que fuera María. Había visto varias historias de las dos juntas pero jamás creí que hubiese nada más entre ellas, sabía que pasaban juntas la mayor parte del tiempo y que se llevaban genial, pero de ahí a que fueran novias... distaba mucho de mi realidad. Tenía entendido que Natalia se quedaría un tiempo más en Mexico, pero tonta de mí, aún tenía la esperanza de que llegase después de un año y estuviese enamorada de mi y que pudiésemos volver a retomar la relación y ser felices juntas. De sueños se vive supongo, y es que a pesar de no querer una relación a distancia, yo aún la estaba esperando.
Natalia había había pasado página y había seguido con su vida. Es cierto que me alegraba por ella, había vuelto a enamorarse, me había superado, pero aunque no tuviese el derecho a reclamar nada, aunque no tuviese derecho a que me doliese, me dolía, aunque fuese una egoísta, me dolía, y me sentía estúpida, y es que yo no había pensado ni siquiera en besar a nadie que no fuera ella durante todo este tiempo.
De todo esto me había enterado por Ici, que se le escapó sin querer a la pobre durante la charla sobre las chicas en Mexico. Y ahora faltaban 3 meses para volver a verla, y vendría de la mano de María ¿como hacía yo para superar eso?
POV MARÍA:
Algo que me atormentaba era Alba, es cierto que no podía recriminarnos nada porque no estaban juntas cuando lo nuestro pasó, pero la moralidad es la moralidad, y la verdad es que consideraba a Alba mi amiga. ¿Y ahora que iba a pasar? Yo entendía perfectamente que no quisiera dirigirme la palabra cuando llegase a Madrid, estaba en todo su derecho, pero tenía la esperanza de que fuese lo suficientemente madura como para poder mantener la amistad que nos unía, aunque si no era el caso, no me quedaba de otra que aceptarlo y entenderlo.
Tenía que ser sincera, me aterraba el hecho de volver a Madrid, me aterraba por varias razones. La primera era que sabía que yo para Natalia ya no tendría cabida en su vida sentimental, la segunda era que me tenía que enfrentar a Alba y a situaciones que no me apetecían, y la tercera era que tenía que volver a buscar piso y volver a vivir sola, me había mal acostumbrado este año y no quería sumirme ahora de nuevo en la soledad. Estuve pensando en ello un rato y se me ocurrió una idea fantástica. Me levanté de la cama rápidamente llamando la atención de Natalia.
"¿Donde vas tan rápido?" - se incorporó mirándome con el ceño fruncido.
"A hacerle una propuesta a Tere" - me miró aún mas confusa, pero me hizo una mueca de indiferencia y volvió a acostarse. Llamé a la puerta de Tere esperando que me diera el permiso para entrar.
"Adelante" - me miró con los ojos encogidos del sueño, al parecer acababa de despertarla. Me acerqué corriendo y me subí en su cama - "¿Estás loca? Ya puede ser algo grave para que vengas a despertarme a las doce de la noche, acababa de coger el sueño" - me miraba con gesto enfadado.
"Perdón Tere, vengo a comentarte algo pero no me mates" - me miró haciendo un movimiento de cabeza invitándome a continuar - "Verás, he pensado que cuando lleguemos a Madrid, como estarás sin piso como yo, pues... si quieres nos podemos buscar uno juntas"
"¿Me has despertado para esto?" - la miré sonriendo con cara de pena - "Estás mal de la cabeza María"
"Lo se, ¿pero si o no?" - le hice un puchero.
"Siiii" - alargó la i con tono de cansancio - "Buscaremos un piso juntas, ahora tira a dormir, o a follar, o a lo que sea, pero no hagáis ruido... ale, fuera" - Me empujó de la cama y me volví a la habitación de Natalia mas feliz que una perdiz para explicarle, si aún estaba despierta, que una de mis preocupaciones por muy tonta que pareciese, estaba solucionada.
Entré en la habitación silenciosa y estaba viendo algo por el móvil de espaldas a la puerta, me acosté a su lado."Nat......" - mierda. Natalia no se movió, se quedó de piedra, no lograba escuchar siquiera su respiración.
"No... no me llames así por favor María, no me gusta mucho" - miré hacia abajo arrepentida.
"Ya, claro... lo siento Nati, no era mi intención llamarte así, se me ha escapado" - Natalia se giró hacia mi intentando aparentar una sonrisa que no le salió del todo bien.
"No pasa nada" - me tumbó en su pecho y me acarició los rizos - "Dime, que querías decirme"
"Aaaaah no nada, que cuando volvamos a Madrid viviré con Tere" - bajó su mano a mi espalda acariciándola.
"Vayaaa, eso es genial"
POV NATALIA:
Solo Alba me llamaba Nat, nunca antes nadie me había llamado así. Recuerdo la primera vez que me lo dijo, me pareció curioso que hubiese pensado en ese diminutivo ante todos los que tenía mi nombre y me hizo gracia que me lo dijera de manera tan natural, le salió como si no fuese la única persona en el mundo que me lo decía, como si fuese lo más normal. El caso es que nadie más lo hacía, y no lo había vuelto a escuchar desde que ella me dejó. Salvo hoy.
No quedaba tan bonito en otra boca, no aceleró de la misma manera mi corazón, en todo caso lo paró. Sentí cómo el estómago se me revolvía y cómo me hormigueaban las manos quedándome casi sin respiración. Fue un disparo al alma. Intenté no ser grosera con María, sabía que no lo había hecho con mala intención, pero no quería volver a escuchar ese nombre jamás.Vino con la noticia de que se iba a vivir con Tere cuando llegasen a Madrid. Sabía que no le hacía mucha gracia volver, era algo que había dado a entender muchas veces y a decir verdad la entendía, yo tampoco quería hacerlo, si, quería volver a mi Madrid, pero al Madrid de antes, al que tenía al amor de mi vida por todas las esquinas, al que tenía color gracias a ella.
Pero el Madrid que me esperaba no me emocionaba en exceso. Y pensando en eso me dormí, y me dormí sin saber que tenía el tema de mi próxima canción en la mente.

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La isla de las tentaciones (Albalia)
FanfictionNatalia y Pol, pareja desde hace 3 años, no están pasando por su mejor época, no hacen mas que discutir, evitarse y ya no están seguros de sus sentimientos Alba y Joan, pareja desde hace 4 años, intentan reavivar los sentimientos y el fuego que un d...