ENTRE LAS TINIEBLAS (BORRADOR)

Capitulo 51

ISABELA

Logro escuchar voces no muy lejos, trato de moverme, pero el cuerpo no responde a mis mandatos.

- Ya tengo todo lo que necesitaras en la isla – Reconozco la ronca y varonil voz de Dante – Nos iremos apenas ella despierte.

- Si señor – La voz suave de Sophia responde.

No sé cuánto tiempo ha pasado, me han mantenida dopada con medicamento.

- ¿Sabemos algo más del General Davidson? – Pregunta Sophia ¿Qué pasa con mi hermano?

- Aun no logran obtener la ubicación, pero ya desplegaron seis tropas por todo el país – Trato de concentrarme en sus palabras y trato de moverme, pero aún estoy muy dopada - ¿Jayden te ha vuelto a llamar? – La voz de Dante es fría y dura.

- No señor, he tratado de comunicarme con él o con Joshua, pero no ha sido posible y como ya sabrá no llevan los chips.

¿Cómo saben eso? ¿Qué mierda está pasando? ¿De qué tropas hablan?

Un pitido me desconcentra de la conversación impidiéndome que siga escuchando, siento que las manos me tiemblan y tengo hambre, pero no de comida sino de algo más como ese maldito líquido que me tiene en este estado.

Logro escuchar pasos alejarse, no se cuento tiempo más pasa hasta que por fin puedo abrir los ojos, mis extremidades empiezan a responder mis órdenes. Aún estoy en la enfermería y logro ver la espalda de Sophia que está mirando su laptop.

- S... Sop – Logro decir, ella se gira e inmediatamente se acerca y empieza a analizarme junto a los monitores que están conectados a mi – Tengo sed.

Asiente, me entrega una botella de agua y en ningún momento me mira.

- ¿Qué está pasando? Le pregunto recordando la conversación que escuche hace horas o días no lo sé.

- Nada, solo debes concentrarte en recuperarte – Dice sin mirarme, y empiezo a asustarme conozco muy bien a todas mis amigas y sé que cuando Sophia no me mira es porque me está escondiendo algo ¿Acaso empeore? Y aun no lo sé.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- 8 días – Jadeo ante su respuesta.

- ¿8 días? Me has mantenido ocho días dopada – Reclamo furiosa y la botella empieza a temblar en mis manos.

- La fiebre no te bajaba y no dejabas de sudar frio – Empieza a sacar una jeringa con un pequeño frasco de vidrio – La única manera de poder bajarte la fiebre es manteniéndote dormida.

- ¡No! – Le grito cuando me va a inyectar por medio de suero, me arranco la intravenosa logrando que algunas góticas de sangre manchen las sabanas – No más – Digo con voz débil, mi cuerpo tiembla y siento la debilidad en cada parte de mi – No me convertiré en la bella durmiente – Trato de bromear, pero ella no sonríe y sigue sin mirarme.

- Te has hecho daño – Ignora todo lo que le dije y empieza a curar la herida de mi mano.

- ¿Qué está pasando Sop?

- Me duele verte de esta manera Isa – Pone una cura en mi herida – No me gusta dormirte, pero ha sido por tu bien ¿Entiendes? – Me mira y no me gusta lo que veo en sus ojos, el corazón se me dispara.

- ¿Sop? – Mi voz es de súplica - ¿Qué pasa?

- Nos iremos en unas horas a una isla con el general Arslan – Informa y deja de mirarme – Debíamos irnos hace seis días, pero como no mejorabas no podíamos trasladarte – Se levanta – Pero ahora estas mejor y ya podemos irnos.