SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.33.
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Misión fallida.
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Una hora más tarde.
Dentro de las murallas en el distrito Karanes la gente ya comenzaba a hablar, había pasado ya medio día y de hecho el sol comenzaba a bajar para ocultarse en el horizonte, aún que faltaban algunas horas. Los soldados de la guarnición cambiaron de turno a eso de las cinco en punto, por lo que solo habían pasado quince minutos desde que Amaris y los demás habían bajado de las murallas al menos por un rato.
—¿Aún no volvieron? ¿Que ha pasado?— oyeron venir de dos hombres que hablaban, tanto Maxine como Berta observaba aquello con curiosidad.
—Probablemente van a volver con malas noticias y más muertos.
—No sería una sorpresa, y pensar que gastamos impuestos en sus idioteces.
Esa pequeña conversación logró generar un sentimiento horrible en la castaña que escuchaba todo. Bianca suspiró levemente estando acostumbrada a los comentarios negativos que por lo general la gente daba sobre la legión.
—No le des importancia a esos comentarios, la gente suele tratar mal a los de la legión— le habló a Amaris quién ahora había dejado de comer el trozo de pan que Asier le alcanzó cuando está dijo que tenía hambre.
—¿Vas a comer el pan?— Berta preguntó señalando el trozo que Amaris no mordía.
—Berta, no seas tan tragona— Maxine la observó y codeó cuando notó como ella pedía la comida de su compañera.
—Perdón, es que no desayuné— rascó su nuca con lentitud antes de sentir como un toque suave pasaba por su hombro, en cuanto se giró notó como la castaña se encontraba alcanzandole un trozo de su alimento.
—Es mucho para mí— sonrió mientras esperaba a que Berta tomara el pan que le había dado, los ojos azulados de Berta veían aquel pedacito con anhelo pero estaba algo avergonzada como para tomarlo.
—¿Ahora te pones tímida?— Maxine observó a su pareja con asombró a la vez que Bianca soltaba una risa ahogada que hizo también, reír a Asier. —Ni conmigo se pone así.
—Aah, pero con Astra— Asier se burló a lo que Berta lo observó sacándole el dedo medio antes de tomar el trozo de pan, sus mejillas se había vuelto rojizas y por ello Maxine la abrazo con ternura.
