Don't blame me || Carl Grimes (PAUSADA)

ZERO

miraba el cuerpo muerto de mi mejor amigo amigo, mi hermano, la única familia que tuve desde siempre.

su cabeza explotada y masacrada largaba un olor putrefacto.

el estaba a solo unos metros mios. el grupo que lo había matado se había ido hace horas pero aun no podía salir y acercarme.

mis ojos ya no lloraban pero aun picaban y si tuviera un espejo los vería rojos e hinchados. mi garganta estaba seca, mi panza se contraía del hambre y del dolor, y mis manos ya no sudaban.

me pare sintiendo mis piernas duras luego de estar tantas horas arrodillada y escondida en un buen enorme arbusto, con pasos lentos me acerque al cuerpo de arvin. toque su mano helada acariciandola y tire de ella arrastrandola hasta el acantilado que pasamos cuando huiamos de ellos.

—lo siento tanto—abrace su cuerpo reteniendo mis lágrimas—debi hacer algo para ayudarte, no me hubiera importado morir contigo. siempre fuimos los dos contra el mundo y ahora estoy sola.

deje un beso en su pecho y empuje su cuerpo con mis pies, viendo como caia en cámara lenta, golpeandose con las rocas y ramas hasta que un golpe seco se escuchó, bastante lejos pero llegué a escucharlo.

me desplome en el suelo mientras pequeñas gotas caían del cielo cerrando los ojos.

jamás volveré a ver su pelo rubio ni sus ojos verdes, su sonrisa ni oire su estruendosa risa que me hacía reír. no sentire su mano acariciando mi pelo cuando dormia, ni sus manos agarrando las mias para que no nos separemos. jamas veria a mi hermano otra vez.

mis lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia que caían por mi rostro. abri la boca en busca de un poco de agua, algo para poder seguir viviendo.

abri mis ojos y en el cielo volaban un monton de aves, no pude destinguir que era por la lluvia entrando en mis ojos, pero pude ver como se iban en dirección al sur y una caía a unos metros de mi. me pare rápido y me acerque pero no lo encontraba.

un raro quejido se escucho debajo mio cuando pise algo blando, baje mi vista y lo vi,  perdiendome un momento en mis pensamientos al verlo, era el animal favorito de arvin, el decía que quería ser uno y volar tan alto como ellos lo hacían, alejarse de este mundo maldito y llevarme con el. corri mi pie e intento irse pero cayó otra vez, su ala izquierda estaba lástimada.

—tranquilo, shh—dije agachandome a su lado—no te hare daño, lo prometo.

pareció relajarse y dejo que me acerque, efectivamente estaba lastimado. le agarre entre mis manos y lo cubri con mi campera, mire por última vez el acantilado y avance hasta la carretera.

camine varios kilómetros hasta llegar a un pueblo, cerca de mi no había mas de tres caminantes y corri a un casa, estaba vacía. deje al cuervo en la mesa y busque algo para curarlo, no sabía nada de medicina pero hice lo mayor posible.

le coloque una venda con un palo en el medio para que vuelva a la normalidad, supongo que asi funcionaba, arvin sabia de esto.

sali de la casa acercandome otra vez al bosque, deje apoyado el cuervo en un árbol para que siga solo, sin mirar atrás me aleje de el pero pego otro quejido.

—¡haz silencio!—el dejo de gritar y gire para irme pero volvió a hacerlo—¡si no te callas estaremos muertos!

seguía chillando hasta que lo agarre en mis brazos. parecía no querer dejarme ir, y pensando en mí hermano lo lleve conmigo.

creando un nuevo amigo, uno diferente, pero amigo al fin y al cabo.