El acuerdo. Parte 6.

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Bueno, aquí acaba esta idea pequeñita que tuve un día y que no pude evitar ponerme a escribir. Como ya dije, a partir de ahora se vendrán one shots avanzando un poquito en sus vidas cada vez que se me ocurra alguna situación en la que me gustaría verlas.

También me encantaría que si se les ocurre alguna cosa que les gustaría leer, me la transmitieran en los comentarios, ya que me encanta escribir cuando me dan ciertas pautas y así igual me animo a empezar antes con los capítulos sueltos. Aprovechen para pedir que si me inspiro lo doy :)

Muchísimas gracias por leerlo, votarlo, comentar... y espero que lo hayan disfrutado tanto como yo escribiéndolo. 

Nos leemos pronto.

.................

Salir de la cama a la mañana siguiente le costó un poquito más de lo normal y el despertador terminó sonando 3 veces hasta que fue capaz de apagarlo en lugar de posponerlo. Todavía con el pijama puesto y el pelo revuelto, se dirigió hacia la cocina siguiendo el olor a café recién hecho que ella ni siquiera debía tomar. Le extrañó no escuchar ruido en la cocina, pero lo comprendió cuando al abrir la nevera para coger su zumo, vio un pequeño post it pegado entre los imanes de los viajes que habían hecho juntas.

Se te han pegado las sábanas esta mañana, ¿eh, Albi? 

Hoy entro y salgo del trabajo un poquito antes. 

Te he dejado el desayuno preparado. 

¿Nos vemos esta noche?

Nat.

Sonrió al leer su nombre como si no fuese la única que podía dejarle una notita en la nevera de su piso y cogió su móvil para contestarle. Buscó a la única persona de su agenda a la que había acompañado de un emoji hacía ya bastante tiempo y le dio las gracias por el desayuno, además de confirmarle que esa noche no tenía planes y volvería directamente a casa. Le deseó un buen día en el trabajo y se dio prisa en desayunar y prepararse para que no se le hiciera tarde. 

..........

Durante su hora del almuerzo estuvo pensando en prepararle algo esa noche. Normalmente la morena llegaba bastante tarde y solo le apetecía cenar algo rápido mientras charlaban, darse una ducha y tirarse un rato en el sillón a ver juntas algún capítulo de una serie que casi siempre dejaban a medias para irse a la cama. Pero ese día le había asegurado que llegaría antes y Alba pensó que no habría mejor oportunidad a corto plazo.

Al salir del trabajo fue directamente al supermercado y compró los ingredientes para prepararle su plato favorito. En casa tenía casi todo lo que necesitaba, pero le faltaban unos cuantos que eran clave y no podían faltar si quería que Natalia lo disfrutara. Compró también un vino y cuando ya se dirigía a la salida, una última idea se cruzó por su cabeza y corrió hacia las neveras para coger una tarrina de helado, aunque quizá eso era más antojo suyo que una parte importante del plan.

- ¿Estoy preparándole una cita? -se preguntó en voz alta cuando ya llevaba más de la mitad de la receta hecha y el vino ya estaba casi a la temperatura ideal.

Se encogió de hombros como respuesta y no le dio más importancia. Le apetecía dejarse llevar, dejar de darle vueltas a todo un rato y pasar una noche agradable con ella. No había pensado ni qué iba a decirle, pero por algún motivo eso no le preocupaba en absoluto, pues confiaba en que su mente se aclarara en cuanto Natalia llegara a casa. Se puso algo más cómodo mientras la cena estaba en el horno y casi no le dio tiempo a nada más porque justo la escuchó dejar las llaves sobre el mueble del pasillo. 

La cena ya estaba lista y quizá fue en ese preciso instante cuando se dio cuenta de lo realmente nerviosa que estaba, a pesar de que sabía que con ella todo iría bien.

One shots AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora