Casi Ángeles 5ta temporada- La etapa final.©

Capítulo 𝑿𝑰𝑰𝑰

Narra Alai.

Mientras los demás chicos estaban disfrutando de la estancia, yo me quedé sola en la cabaña acomodando y guardando mis cosas. Estoy muy feliz por estar aquí, convivir con mis primos y tíos. No tanto con los demás chicos del Mandalay, algunos llegan a ser muy odiosos y pesados. Más Jessica y su grupo de amigas, no las soporto. 

Con Rocío me la paso muy bien, es mi mejor amiga, casi hermana, mi cómplice en todo. Ella  se quiso quedar en el colectivo, anda mal por que Iván es novio de Jessica y bueno, también porque Jessica publicó en el blog del colegio fotos de Rocío de hace años.

Es que esta mina no se cansa de fastidiarnos. 

Terminé de guardar todo y salí de la cabaña en busca de Rocío, tenemos que hacer algo para vengarnos de Jessica y sus amiguitas. Pero primero pasé por algo de agua que muero de sed. 

Me senté en una de las bancas donde había una jarra y vasos para tomar, pero fue una mala elección, ya que Jessica y sus amigas estaban justo detrás de mí charlando sobre nada más y nada menos que de mi cabello, mi ropa y toda yo.

—Y si chicas, ¿Qué le va hacer? Su cabello ya no tiene arreglo —rieron al escuchar a Jessica. 

—Es una oxigenada, al igual que su madre —rio Laura, una nueva tarada.

Me volteé hacia ella quien reía mas luego de que volteara.

—¿Qué dijiste de mi madre?

—Le dije oxigenada —se acercó a mi y me miró fijamente—. ¿Te lo vuelvo a repetir, sorda?

—No te metas con mi madre pedazo de idiota —me levanté y la enfrenté mientras ella me observaba con bronca.

—Tú serás una idiota, estúpida. Piensas que eres superior y no es así. Solo eres una estúpida infeliz. —murmuró cerca de mi rostro para luego reír. 

No aguanté y sin más le di una cachetada.

—¿Qué te piensas? ¿Qué me puedes decir quién soy? ¡Oxigenado tienes el cerebro, hueca! ¡Mírate a ti misma, primero! O anda a buscarte un novio que no tenga miedo por tu cara operada —me senté pero ella jaló mi cabello haciéndome levantar.

Se puso frente de mí y estiró su brazo para darme un golpe.

Su mano estaba a punto de chocar contra mi cara pero de pronto algo pasó. Alguien empujo a Laura provocando que ella cayera al suelo y se le rompiera un tacón.

—¿Qué te pasa, idiota? —preguntó Lea que estaba delante de mí.

—¿Qué te pasa a ti pedazo de tarada? —respondió la otra al lograr levantarse.

—Me pasa que me jode que hagan daño a gente que no les hace nada.

—¿Y tú que sabes que pasó? 

—Acabo de ver como la insultaban. ¿Sabes? Tú tampoco eres natural, se nota desde lejos tus raíces negras.

—¿Y quién te crees tú para hablarme así?

—Nadie, pero me harta la gente que se cree mejor. Así que o te vas, o te juro que a la próxima tu nariz operada no tendrá arreglo —todo los que estaban al alrededor se empezaron a reír y a Laura no le quedó otra mas que tapar su cara y comenzó a correr hacia las cabañas.

Lea se volteó y me sonrío.

—¿Estás bien? —me observó y asentí—. Menos mal que esa tarada no te hizo nada, porque si no —sonrió y luego Jessica provoca que se de vuelta.