C I E G O † Drarry

Final

— Entonces... ¿Estas enamorado de Draco?— cuestionó Hermione.

— Enamorado, creo que es una palabra muy grande, yo diría más bien una atracción física muy fuerte.

—Pero dijiste que te gusta desde el sexto año en Hogwarts, yo diría que tantos años indica que estás enamorado—puntualizó Ron.

—Necesito más que algo platónico para enamorarme Ron.

—Si bueno, Enamorado o no siéntate bien que se acerca Draco a nosotros. —aviso la Medimaga.

El rubio se acercó a la mesa con su bastón mágico que había sido previamente configurado para que lo guíe a las mesas y personas cercanas, durante la celebración de la boda

—Te odió— dijo con un sonrisa en la boca mientras se sentaba junto a Harry.

—¿A mi? ¿Por que?—pregunto con falsa  inocencia, pues se hacía una idea del porqué.

—Bueno tal vez, será por enviar todas las intenciones de matrimonio de la señora Wesley hacia mí.

—Yo no envíe, Nada. Solo mencioné casualmente que no era el único soltero.

—Ron, recuérdame vengarme de Harry, antes de irme a Francia por favor—le dijo con una extraña complicidad al pelirrojo, cualquiera diría que son amigos y que no pasaron la mitad de su vida odiandose el uno al otro.

La mención de la pronta partida de Draco, puso tenso el ambiente, por suerte o no, la extraña atmósfera fue rota por la matriarca pelirroja, quien venía anunciar que era hora del baile.

Los cuatro adultos se levantaron, y fueron a bailar, tal cual como lo habían ensayado ese día que Harry y Draco se habían besado por primera vez. La música empezó a sonar, y todo iba perfecto, hasta que el impulso y las dudas obligaron a Harry hablar.

— Draco.... ¿Te puedo preguntar algo?— inicio con nerviosismo.

—Si, Harry.

—¿Alguna vez has pensado quedarte en Londres—.

—Sinceramente, no. Nunca lo he pensado—dijo de forma tangente—es decir, la mayoría de las personas me odian, viví contigo una semana solo porque no podía encontrar un doctor que me asegurará no acabar con mi vida, en Francia ya es agotador, pero aquí se vivió la guerra y, por desgracia yo no fui precisamente un héroe.

—Pero, debe de haber al menos algo una mínima posibilidad, de que te haga volver, ¿No?— insistió Harry.

—Bueno, quizás por la misma razón que pansy, ya sabes... Por amor, quizás si yo amase a alguien, no me importaría quedarme aquí en Inglaterra, si estaré a su lado.

¿Amor?  Draco quería amor, ¿amaba a Draco? no lo sabía, apenas había tenido una semana, para estar con él, pero no quería que el se fuera. ¿Llegaría amarlo? Tampoco lo sabía, y  peor aún si llegase amarlo, no tenía forma de saber si Draco haría lo mismo.

La canción terminó dando fin al bailé y  cualquier respuesta que a Harry se le hubiera ocurrido, murió. Dejó ir a Draco porque necesitaba pensar; pensar en que haría con el reciente sentimiento que tenía por Draco o mejor dicho, el que recientemente ha vuelto a resurgir. Necesitaba una buen trago, si eso era.

Las horas de repente pasaron rápidas entre trago y trago, no había visto a Draco en lo que restaba de noche, las cosas giraban un poco a su alrededor, pero lograba distinguir un poco a Ron que parecía hablarle, pero no podía escuchar claramente que estaba diciendo, solo.... Solo...

Despertó en su habitación con los rayos del sol que pegaban en su rostro, y un dolor de cabeza insoportable, pero eso no era lo más grave, lo extraño era que Draco, no estaba en su cama, debía ser muy tarde sí el se había despertado después del rubio. Camino hasta la cocina y extrañamente tampoco estaba en ella, no estaba en el baño tampoco, camino de nuevo hasta la habitación y descubrió que toda la ropa se había ido, junto con el dueño, miro de nuevo la cama y encontró una nota.