Cap. 1》Feliz y enojado

2.3K 160 26
                                    

Caminó y caminó, paso tras paso con su nariz levemente hacia arriba, buscando en aquella gran casa ese dulce aroma que le hacía doblegar su cordura.

Cuando notó ese hermoso aroma de vainilla y flores lavanda suspiró aliviado, apurando su paso hasta una de las tantas habitaciones encontrándose con el dueño de aquellas suaves feromonas.

Se acercó lentamente con una sonrisa en su rostro hacia aquel omega que se encontraba viendo hacia la ventana pero...una vez cerca pudo notar las feromonas de tristeza y preocupación que soltaba el mayor, junto a sus facción triste, como si estuviera mirando a la nada pensando en una variedad de situaciones.




Hermano...



Soltó el uruguayo tocando delicadamente el hombro de su pariente, acercándose poco a poco, incluso más de lo debería, pero no podía evitarlo...su lobo se lo pedía de manera insistente estar cerca del mayor.




—Oh..que..¿Que pasa?




Atinó a decir el albiceleste, parpadeando varias veces para salir de sus pensamientos, girando su cabeza hacia el más alto, abrió levemente su boca a punto de hablarle pero solo se pudo quedar callado al sentir los fuertes brazos de su hermanito abrazandolo.

Argentina sólo pudo suspirar levemente, aveces el uruguayo parecía nunca haber madurado, siempre tan infantil y coqueto que le llegaba a preocupar lo que podría hacer en su ausencia.





Otra vez te haz escondido en la casa...¿Estás aflijo por lo mismo? Ya hemos hablado de esto hermano, me preocupa verte así, mírate, apenas y comes últimamente.




Aquel alfa abrazó un poco más fuerte al de baja estatura, realmente le consternaba la situación de aquel omega por lo que, de manera casi instintiva fue soltando suavemente sus feromonas para rodearlo, tratando de protegerlo de todo aquel que pudiera hacer sentir mal al mayor.

Tal vez aquello fuera visto de manera incorrecta ante los demás pero aquellos hermanos estaban acostumbrados a ese cariño y afecto tan íntimo y unido que tenían el uno con el otro.





— Uruguay, no es para menos, ya estoy en edad de casarme, y desde la muerte de nuestra madre ha caído el peso de la responsabilidad en mis hombros, como el mayor, debo conseguir una esposa antes de que el tiempo se desvanezca entre los dedos de mis manos...




Susurraba el albiceleste mientras le daba suaves palmaditas en la espalda al menor, ciertamente estaba preocupado, tenía mucho que hacer, por más que Uruguay fuera ya un adulto, debía mantener el legado de la familia, traer una mujer a casa antes de que las personas comiencen a señalarlos por "insuficientes".

Claro que, a aquel alfa le molestaba bastante esa idea, él solo pensar en tener el aroma de una mujer en la casa le fastidiaba, y más al solo imaginar esos ruidosos tacones yendo de un lado al otro mientras se escuchaban los llantos de un bebé por toda la casa, ugh...solo pensarlo le daban nauseas.




Si tanto quieres a un niño ¿Por que no engendras uno?





Respondió entre dientes, separandose poco a poco del mayor mientras fruncia el ceño.




Digo, tienes los génes para hacerlo, solo buscamos a un alfa, lo noqueamos y le sacamos lo "necesario"...aunque claro, yo tambien me ofrezco como candidato.



Llegó a sonreír llevando una de sus manos hacia su pecho en un suave movimiento, alardeando soltando más de sus feromonas para dejar en claro al mayor que era un alfa totalmente apto para traerle un hijo fuerte y sano, y si, ambiaba bastante rápido de humor y era conciente de ello pero..si habían llantos de bebés en la casa minimamente le encantaría que fueran de sus propios hijos.

🌺》Camelias [Uruguay x Argentina]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon